El gazpacho y el salmorejo son unos de los platos más populares y aclamados en los meses de verano. Ambas sopas son de origen andaluz y se sirven frías, aunque el salmorejo es más espeso. La receta comúnmente conocida incorpora solo tomate, aunque son cada vez más los que apuestan por darle un nuevo giro y añadir frutas como la sandía, el melón o las fresas.
La sandía es una fruta refrescante e hidratante por su gran contenido en agua (un 92%). El tomate también tiene altos niveles de agua en su composición (un 90%), por lo que estamos ante un plato idóneo para cuidarnos y refrescarnos en los meses de verano. A demás, también nos beneficiaremos de la multitud de vitaminas que tiene la sandía (A, B y C son las más características) y del poder antioxidante de los protagonistas de la receta. A demás, la sandía y el tomate tienen muy poco aporte calórico, por lo que podemos seguir cuidándonos mientras disfrutamos de este plato.
Con unos sencillos pasos podemos preparar el salmorejo de sandía, y sólo necesitaremos una batidora de mano y un cuchillo, aunque tener a mano un colador también nos irá bien para eliminar las semillas de sandía o grumos.
Ingredientes
1/2 kg de tomates (si son maduros, mejor)
1/2 kg de sandía
100g de pan (con mucha miga, del día anterior)
1/2 diente de ajo
100 ml de aceite de oliva
Sal
Cucharadita de vinagre balsámico
Preparación (30 min)
- Para empezar esta receta, lava bien los tomates y córtalos en trozos (medianos o pequeños). Haz lo mismo con la sandía.
- Añade en el fondo de la batidora el pan, el vinagre y los tomates y la sandía cortados.
- Tritura todo muy bien con la batidora, hasta que quede una mezcla lisa y homogénea.
- Pela y corta en un par de trozos el diente de ajo, y añádelo a la mezcla junto con el aceite de oliva. Vuelve a mezclarlo todo con la batidora hasta integrar bien los nuevos ingredientes. Quedará una sopa de un color anaranjado.
- Si decides utilizar el colador, ahora es el momento de hacerlo. Vierte la mezcla para eliminar grumos o pepitas de la sandía (este paso es opcional).
- Guarda el salmorejo en un recipiente con tapa en la nevera. Cuánto más frío esté a la hora de servirlo, mejor. Para que alcance la temperatura idónea tiene que haber reposado en la nevera al menos dos horas antes de consumirlo.
- Se puede servir en un bol o plato hondo con unos trocitos muy pequeños de sandía o tomate por encima a modo de decoración. De nuevo, este paso es opcional.
*Añadir hierbas aromáticas como la albahaca o la hierbabuena dará a tu salmorejo de sandía un toque muy especial.
Información nutricional (por cada 100 ml):
39 kcal
5,2 g de carbohidratos
1,5 g de grasa