Un total de 357.894 personas residentes en centros tenía alguna discapacidad en el año 2023, lo que supuso el 94,7% de las personas que vivían en centros, según la 'Encuesta de Discapacidad, Autonomía personal y Situaciones de Dependencia' sobre la población residente en centros.
Según en el estudio, dado a conocer este martes por el Instituto Nacional de Estadística (INE), del total de 357.894 personas residentes en centros que tenía alguna discapacidad, 124.774 eran hombres frente a las 233.121 mujeres. El 65,1% de las personas con discapacidad residentes en centros eran mujeres y el 34,9% hombres.
En relación con la edad, el 65% del colectivo con discapacidad en centros residenciales tenía 80 o más años, el 20% tenía entre 65 y 79 años y el 15% tenía entre 6 y 64 años.
El 73,8% de las mujeres tenía 80 y más años mientras que este porcentaje era del 48,5% para los hombres. Por su parte, el 25,4% de los hombres tenía menos de 65 años, porcentaje que bajaba al 9,5% para el caso de las mujeres.
Respecto a las discapacidades más frecuentes, la investigación del INE revela que estaban relacionadas con actividades básicas de la vida diaria, es decir, el 88,6% de las personas con discapacidad tenía problemas de cuidado personal, el 86,9% con la vida doméstica y el 86,2% dificultades importantes de movilidad. "En todos los tipos de centro investigados estas discapacidades fueron las más frecuentes, aunque con menor incidencia en las viviendas tuteladas", aclara.
En este sentido, de las 357.894 personas con discapacidad que residían en centros el 8,2% decidía qué y cuándo comer y el 19,7% cuando asearse. Estas personas encontraban mayor autonomía para decidir cómo y con quién pasar el tiempo libre (59,1%) y cómo decorar su habitación con cosas personales (51,4%).
Además, un 51% de las personas con discapacidad dijo encontrar algún tipo de problema de accesibilidad dentro o fuera del centro. En el interior, donde hallan más dificultad es en el baño (un 20,7%) y en las zonas comunes (19%); y, en el exterior, el 27,9%, para entrar o salir del centro y un 47,9% en medios de transporte, edificios o vías públicas. Estos problemas fueron más acusados en mujeres que en hombres. Por edad, las dificultades fueron mayores en las personas de 80 y más años (un 53,9% las tuvo).
NUNCA SE SINTIERON DISCRIMINADAS
El 94,4% de las personas con discapacidad que residía en centros nunca se sintieron discriminadas por su discapacidad. Las personas con problemas de interacciones y relaciones personales fueron las que más sintieron situaciones de discriminación (7,7%) y las personas con discapacidad de audición, las que menos (4%).
El 67,6% de las personas con discapacidad que residían en centros recibía visitas o mantenía reuniones con familiares o amigos al menos una vez por semana y el 49,2% mantenía contacto por teléfono, redes sociales o correo, al menos una vez por semana.
Por su parte, el 3,7% no se reunía con familiares y el 33,9% no utilizaba medios de comunicación. El 28,4% de las personas de 80 y más años recibían visitas casi todos los días, frente al 10,3% de las menores de 65. El 74,2% de las personas con discapacidad consideraba adecuado el contacto con familiares, amigos o conocidos, el 19,4% insuficiente y el 1,7% no tenía contacto.
Las comunidades autónomas con mayores tasas de personas con discapacidad residentes en centros por cada 1.000 habitantes son Castilla y León (18 personas con discapacidad en centros por 1.000 habitantes), Aragón (13,2) y Asturias (12,9). Las tasas más bajas se dieron en las ciudades autónomas de Melilla y Ceuta (2,5 y 3,3, respectivamente) y Andalucía (3,8).
Para la realización de este estudio, se ha seleccionado una muestra de centros y personas para la realización de los cuestionarios individuales. La muestra es de aproximadamente 14.800 personas, distribuidas en 963 centros.