viernes. 22.11.2024

Al inicio de las vacaciones de verano, la COVID-19 lleva diez semanas consecutivas en aumento en España. Según el Instituto de Salud Carlos III, la positividad para el coronavirus subió al 42,5% en la última semana de junio. Este aumento se atribuye a la mayor movilidad, la desaparición de otros virus respiratorios y el descenso de la inmunidad desde el último refuerzo en otoño pasado, aunque la mayoría de los casos son leves.

El fin del curso escolar y los desplazamientos estivales facilitan la propagación del virus. Óscar Zurriaga, presidente de la Sociedad Española de Epidemiología, explica que la movilidad y la baja vacunación están afectando la respuesta inmunitaria.

La gripe y el virus respiratorio sincitial (VRS) están prácticamente ausentes, dejando espacio para la COVID-19. Quique Bassat, epidemiólogo y pediatra, indica que casi todos los casos respiratorios actuales son de COVID-19.

A pesar del aumento de contagios, Bassat asegura que no hay motivo de preocupación ni aumento significativo de hospitalizaciones. La situación se mantiene vigilada, pero bajo control.

Las claves por las que el Covid campa a sus anchas este verano