Durante el verano, nos alejamos de nuestra rutina diaria y es normal que se produzcan cambios en el estilo de vida: disminuye la actividad física, aumentan las comidas copiosas fuera de casa, así como se incluye en la dieta más alimentos procesados, los cuales alteran la salud intestinal y provocan que nuestro abdomen esté más inflamado. Aun así, no es un hecho aislado, ya que alrededor del 30% de los españoles sufre problemas estomacales regularmente, como mínimo una vez a la semana, debido a una mala alimentación, según la Fundación Española del Aparato Digestivo.
A pesar de que esta afección puede acompañarnos en otras épocas del año, el final de las vacaciones y la vuelta a la rutina pueden ser un buen momento para retomar hábitos saludables y prestar atención a lo que se come. Así, los expertos aseguran que adoptar una dieta antiinflamatoria puede ayudar a reducir la inflamación abdominal y mejorar la salud intestinal.
¿Cuál es el origen de la hinchazón postvacacional?
Dolor abdominal, pesadez y gases son algunos de los síntomas que se relacionan con la hinchazón, una sensación que se vuelve más común en verano. Esto se debe a algunos cambios en la rutina típicos de esta época del año, entre ellos:
- Cambios en las comidas e ingesta de alimentos inflamatorios. Durante el verano, las dietas suelen incluir más alimentos procesados, alcohol, y comidas altas en sodio, lo cual puede influir negativamente en la microbiota intestinal y aumentar la inflamación intestinal.
- Deshidratación. El calor del verano puede llevar a una mayor deshidratación, y la falta de agua puede hacer que el cuerpo retenga líquidos, contribuyendo a la sensación de hinchazón.
- Aumento del sedentarismo. Muchas personas disminuyen la actividad física durante las vacaciones, lo que puede afectar a la digestión y llevar a la acumulación de gases y líquidos en el cuerpo.
Combatir los excesos del verano con una alimentación antiinflamatoria
La clave está en los alimentos que se ingieren, los cuales intervienen, para bien o para mal, en los procesos de inflamación intestinal, aumentando o disminuyendo los niveles de las hormonas que los regulan y detienen cuando ya no son necesarios. Por eso, es esencial evitar los alimentos proinflamatorios, que son, básicamente, los hidratos de carbono refinados, los alimentos procesados, los azúcares y las grasas trans.
Los expertos señalan varios consejos a seguir para complementar este tipo de alimentación y conseguir desinflamarse, entre ellos:
- Espaciar las comidas al menos cuatro o cinco horas y hacer unas doce horas de ayuno entre la cena y el desayuno del día siguiente.
- Tomar infusiones entre horas para mantenerse hidratados, y no abusar del líquido en las comidas principales.
- Añadir proteínas y grasas saludables en todas las comidas y evitar las harinas, los azúcares y los edulcorantes, la carne roja, las frituras y la bollería.
- Estar activos, hacer deporte y combinar ejercicios de fuerza con entrenamiento aeróbico.
- Tener un descanso correcto y dormir lo suficiente, entre 7 y 9 horas, para evitar el ansia de dulce.