Un estudio realizado por investigadores del Laboratorio de Ciencias de la Visión y Aplicaciones del Departamento de Óptica de la Universidad de Granada (UGR) ha estudiado la visión nocturna y ha demostrado que la percepción de halos visuales en torno a estímulos luminosos intensos es mayor para los de color azul.
También que se produce "una mayor sensibilidad al deslumbramiento para estímulos de este color", según ha informado este martes la UGR en una nota de prensa, en la que ha detallado que la presencia de halos visuales y otras alteraciones de la visión nocturna son "molestias que pueden aparecer en condiciones de baja iluminación y en presencia de fuentes de luz intensas, como farolas o los faros de un coche que viene de frente".
Los resultados de la investigación se han publicado en la revista científica Scientific Reports, partiendo de la base de que en la conducción nocturna o durante un simple paseo por la noche estas perturbaciones pueden afectar al desempeño normal de la tarea en cuestión.
En la práctica clínica, la percepción de halos y el deslumbramiento son comunes en pacientes con alguna patología ocular, cataratas o incluso en algunos pacientes tras cirugía ocular, aunque también pueden estar presentes, en menor medida, en personas con una buena salud visual, dependiendo del estado de sus medios oculares.
Normalmente estas alteraciones de la visión nocturna se suelen evaluar en la práctica clínica mediante cuestionarios, aunque en los últimos años se han desarrollado algunos test visuales que los científicos han bautizado con el nombre de halómetros para evaluar estas disfunciones.
Uno de ellos fue desarrollado por investigadores del Laboratorio de Ciencias de la Visión y Aplicaciones (LabVisGra) del Departamento de Óptica de la UGR y lleva años usándose en diferentes estudios en pacientes con patologías oculares, tras cirugía refractiva o bajo diferentes condiciones experimentales como por ejemplo variando el diámetro de pupila o estudiando los efectos en la visión tras la ingesta de alcohol.
Estos investigadores miden con este halómetro lo que se conoce como capacidad de discriminación visual en condiciones de baja iluminación, para lo cual evalúan la capacidad de los sujetos de percibir pequeños estímulos luminosos alrededor de una luz central más intensa. Esto permite "obtener cómo es la forma de los halos visuales que perciben esos sujetos".
La evaluación de las alteraciones visuales nocturnas con estos halómetros se suele hacer con estímulos acromáticos, es decir, estímulos que carecen de tono y pertenecen a la escala de grises, han detallado desde la UGR.
Sin embargo, el estudio desarrollado por los investigadores del Departamento de Óptica, ha evaluado la percepción de halos y otras alteraciones de la visión nocturna usando tanto estímulos acromáticos como cromáticos, más concretamente de color rojo, verde y azul.
Los investigadores encontraron que las alteraciones de la visión nocturna más intensas fueron para los estímulos azules, tanto para visión monocular (con un ojo) como para visión binocular (con ambos ojos). La percepción de halos fue significativamente mayor para los estímulos azules comparada con el resto de estímulos cuyos resultados fueron más parecidos entre sí.
La investigación también evaluó la sensibilidad al deslumbramiento mediante un parámetro conocido como 'straylight', que cuantifica el velo luminoso sobre la retina como consecuencia de la difusión de la luz al atravesar los medios oculares y que además permite clasificar en distintos grados patologías como la catarata.
También se hizo tanto para estímulos acromáticos como para estímulos de color rojo, verde y azul. Esta sensibilidad al deslumbramiento fue mucho mayor para estímulos luminosos azules, manteniéndose en la línea de los resultados con el halómetro.