Según una publicación realizada en la revista Nature Communications, se ha descubierto que un proteína explica la metástasis o extensión a otras partes del cuerpo de un tumor o una enfermedad, en el cáncer de mama. Y es que este descubrimiento es muy importante, pues el cáncer de mama suele generar metástasis en los huesos y dicho descubrimiento del funcionamiento de la proteína servirá para investigar nuevos enfoques terapéuticos para tratarlo o incluso evitarlo.
El estudio realizado por la Universidad de Ginebra, en colaboración con la Universidad Pública de Zúrich, ha identificado a la proteína llamada ZEB 1, la cual es la implicada en el fenómeno de la metástasis del cáncer de mama. El conocer su funcionamiento y naturaleza, según dicen los investigadores, servirá para descubrir nuevos enfoques o vías terapéuticas para eliminar la metástasis. La plasticidad de las células tumorales es la clave durante el proceso metastásico, según narra el informe y su investigación, podría prevenir la aparición de metástasis.
Desde el laboratorio dirigido por el profesor Didier Picard del Departamento de Biología Molecular y Celular de la Facultad de Ciencias, se mostraron muy interesados en la forma de actuación y procesos de la metástasis relacionados con el cáncer de mama. Desde ese mismo instante, su equipo se puso a investigar estos procesos en ratones como sujetos de prueba. En ellos, los científicos estudiaron el papel que tenía la proteína ZEB 1 en la propagación del cáncer de mama.
"A diferencia de las mujeres, los ratones trasplantados con células de cáncer de mama humano desarrollan metástasis en los pulmones, no en los huesos. Por lo tanto, buscamos identificar factores capaces de inducir metástasis en el tejido óseo y, en particular, probamos el efecto del factor ZEB1", explica en la nota el primer autor del estudio, Nastaran Mohammadi Ghahhari.
De esta manera, los científicos comprobaron que las células cancerosas que contaban con ZEB1 llegaban al tejido oseo, mientras que aquellas que no expresaban dicha proteína no llegaban a los huesos de los roedores. Los resultados se confirmaron cuando se realizaron transplantes de células de cáncer de mama humano a las glándulas mamarias de ratones. En caso de que dichas células cancerosas no expresaran ZEB1, la metástasis se producía en los pulmones.