La actividad física regular está relacionada con una serie de beneficios para la salud, como la reducción del riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares y morir por ellas. Sin embargo, se ha investigado poco la relación entre el desarrollo de una forma física aeróbica y la probabilidad de ser hospitalizado.
El estudio en cuestión, publicado en el 'European Journal of Preventive Cardiology', incluye a 91.140 personas que se sometieron a dos evaluaciones repetidas de su perfil de salud en el servicio de salud laboral. Estas evaluaciones incluyen pruebas de forma física en bicicleta, mediciones del peso, la altura y la tensión arterial, además de preguntas sobre el estilo de vida y las experiencias sanitarias.
El estudio comparó los cambios en la forma física aeróbica entre las dos evaluaciones del perfil de salud con datos sobre ingresos hospitalarios posteriores, procedentes de datos de registros nacionales. El estudio analizó las hospitalizaciones en general y las hospitalizaciones específicamente por enfermedades cardiovasculares, durante una media de siete años.
'Mantener la aptitud aeróbica' se refería a cambios de hasta más o menos un uno por ciento al año. Los cambios importantes se clasificaron como mejor o peor aptitud aeróbica. El tiempo medio transcurrido entre las pruebas de los participantes fue de algo más de tres años.
VÍNCULOS SIGNIFICATIVOS CON LA FORMA FÍSICA AERÓBICA
Los resultados muestran que el grupo que mantuvo la forma física aeróbica tuvo un 7 por ciento menos de hospitalizaciones por cualquier motivo durante el periodo de seguimiento y los que mejoraron su forma física aeróbica tuvieron un 11 por ciento menos de hospitalizaciones en comparación con aquellos cuya forma física aeróbica se deterioró.
La diferencia fue mayor en los participantes que habían sido hospitalizados anteriormente. Cuando la forma física aeróbica se mantuvo o mejoró en este grupo, el número de hospitalizaciones por cualquier motivo fue un 14 por ciento inferior durante el periodo de seguimiento, en comparación con los participantes cuya forma física aeróbica se deterioró.
En el caso de los ingresos hospitalarios debidos específicamente a enfermedades cardiovasculares, el mantenimiento de la forma física aeróbica se asoció a un 9 por ciento menos de ingresos y el aumento de la forma física aeróbica a un 13 por ciento menos de ingresos, en comparación con los participantes cuya forma física aeróbica empeoró.
Hubo una reducción del 20 por ciento en los ingresos por enfermedad cardiovascular durante el periodo de seguimiento entre los participantes que habían sido hospitalizados previamente y mantuvieron o aumentaron su forma física aeróbica.
Todos los resultados se ajustaron para tener en cuenta cambios relacionados con aspectos como la dieta, el tabaquismo y los niveles de estrés percibidos.
"Los vínculos muestran no solo beneficios potenciales para la salud de las personas, sino también la oportunidad de influir quizá en los costes sociales y sanitarios, ya que una hospitalización media cuesta algo menos de 100.000 coronas suecas por caso", ha señalado una de las autoras del estudio Elin Ekblom Bak, profesora asociada de Ciencias del Deporte en la Escuela Sueca de Deporte y Ciencias de la Salud (GIH).
"El aumento de la actividad física, sobre todo entre las personas que han estado hospitalizadas, puede reducir los reingresos y, por tanto, la carga cada vez mayor que se espera en la asistencia sanitaria en el futuro", el catedrático de Fisiología del Deporte en la Universidad de Gotemburgo, médico jefe y director del Centro de Intervención en el Estilo de Vida, y autor principal del estudio, Mats Börjesson.