Un estudio realizado por el Hospital Universitario de Bellvitge y el IDIBELL, con la participación de personal investigador de las áreas de Enfermedades Infecciosas y Enfermedades Respiratorias del CIBER, ha caracterizado genotípicamente las cepas del género bacteriano Haemophilus identificadas en el servicio de microbiología del Hospital. Dos especies de este género, H. influenzae y H. parainfluenzae, son patógenos oportunistas que colonizan el tracto respiratorio superior y el aparato urogenital.
Aunque las dos especies están estrechamente relacionadas, H. influenzae predomina en pacientes con infecciones respiratorias crónicas, mientras que H. parainfluenzae se asocia cada vez más a enfermedades de transmisión sexual y presenta una alta prevalencia de cepas multiresistentes, lo que supone un importante desafío terapéutico. En este estudio publicado en la revista Journal of Antimicrobial Chemotherapy, se analizaron las diferencias en la resistencia de H. influenzae y H. parainfluenzae a macrólidos, un tipo de antibiótico usado comunmente como profiláctico, a partir de 3.066 muestras recogidas en el Hospital de 2018 a 2021.
Este trabajo encontró mayores niveles de resistencia en H. parainfluenzae: 10.2% de ellos vs 2,6% en H. influenzae. Los pacientes colonizados por cepas resistentes habían recibido tratamiento previo con este antibiótico, ya sea para enfermedades respiratorias crónicas o para tratar enfermedades de transmisión sexual. Esto pone de manifiesto la importancia de vigilar los niveles de resistencia a este antimicrobiano ampliamente utilizado en estas patologías.
A pesar de que las dos especies pertenecen al mismo género, el análisis genómico mostró diferencias significativas en la adquisición de resistencia antibiótica, siendo más frecuente la adquisición de genes por transferencia horizontal – entre diferentes especies – en H. parainfluenzae. En H. influenzae también se detectaron elementos genéticos móviles, por ejemplo ICEHpaHUB8, que confiere resistencia a cuatro familias de antibióticos. Este dato es relevante debido al impacto clínico del intercambio de resistencias entre bacterias en un mismo hábitat. Este trabajo destaca la importancia de vigilar los niveles de resistencia y la presencia de elementos genéticos móviles, especialmente en H. parainfluenzae, un patógeno cada vez más reconocido como un importante reservorio de mecanismos de resistencia.