jueves. 28.11.2024

 

La letalidad --porcentaje de muertes-- entre las personas que sufren un infarto de miocardio "se ha estancado" en el 15% en los últimos diez años, según datos de la provincia de Girona que publica la 'Revista Española de Cardiología'.

La incidencia de esta patología ha caído de forma continua entre los años 1990 y 2019 a un ritmo de un 1% anual en mujeres y de un 4% en hombres, descenso que se ha ralentizado en los últimos diez años, ha informado este miércoles el Hospital del Mar de Barcelona en un comunicado.

Los datos se refieren a la población de la provincia de Girona, pero se trabaja para aplicar el algoritmo desarrollado para su análisis en toda Catalunya.

El trabajo lo ha encabezado el Grupo de Investigación del Registre Gironí del Cor (Regicor) en el Instituto de Investigación del Hospital del Mar, con el Programa de analítica de datos para la investigación y la innovación en salud (Padris) y cardiólogos del Hospital del Mar y del Clínic de Valencia.

ESTUDIO EN GIRONA

Para obtener sus conclusiones, han examinado 4.974.977 ingresos hospitalarios y 70.405 certificados de defunción suministrados por el programa Padris, todos ellos anónimos, y desvela que el número de infartos de miocardio por 100.000 habitantes y su pronóstico han mejorado en los últimos 30 años.

También registra menos casos de muerte súbita, que han pasado de ser el 40% de todos los infartos a ser el 15%, y se ha incrementado la supervivencia, hasta el 95%, entre los pacientes que llegan al hospital, pero en los últimos diez años no se han producido mejoras en estos indicadores.

En la población de 35 a 74 años de Girona, la incidencia del infarto de miocardio ha bajado un 1% anual en mujeres y de un 4% en hombres entre 1990 y 2019, mientras que la letalidad, el porcentaje de muertes 28 días después de sufrirlo, se ha estancado en el 15% los últimos años, a pesar del despliegue de desfibriladores automático y los equipos de acceso rápido de Codi Infart. La cardióloga del Hospital del Mar Helena Tizón-Marcos, ha asegurado que a pesar de los esfuerzos de los últimos 30 años para acceder lo más rápido posible a los pacientes tan pronto presentan síntomas, "hay factores que limitan la capacidad del sistema sanitario de extracción de los enfermos hacia los hospitales, donde se les puede repermeabilizar la arteria coronaria tapada".

Una de los factores que ha tenido una variación positiva es la mortalidad entre las mujeres que sufren un infarto, ya que si hace 30 años el grupo Regicor advirtió que tenían un mayor riesgo de morir en la fase aguda que los hombres pese a tener una incidencia de la patología más pequeña, ahora la diferencia ha desaparecido.

Los autores del estudio han considerado que los resultados son relevantes para la planificación sanitaria, y el jefe de estadística del grupo Regicor, Isaac Subirana, ha visto necesario buscar estrategias que "faciliten la monitorización constante de la magnitud del problema del infarto de miocardio, que todavía es la principal causa de muerte y gasto sanitario del mundo".

El investigador y coordinador de Regicor ha recordado que "nadie nace predestinado a sufrir un infarto. El riesgo de sufrirlo es en parte genético, un 50%, y en parte depende de los estilos de vida" como la actividad física, dieta, tabaco y sobrepeso.

La letalidad tras infarto de miocardio se estanca en los últimos 10 años