viernes. 22.11.2024

Últimamente se están atribuyendo muchos problemas bucales con el uso de mascarillas, en parte por lo cambios de hábitos en la higiene bucal que están teniendo algunas personas. El hecho de que la mascarilla cubra la boca provoca que mucha gente se lave menos los dientes. Por lo que se está empezando a relacionar la utilización de esta, con problemas como la halitosis, o la tinción en los dientes, cuando esto no es así.

"La mascarilla en sí es inocua para nuestros dientes, pero lo que no es inocua es nuestra actitud. La mascarilla es y será un largo tiempo imprescindible, lo que debemos hacer es saber convivir con ella. Debemos cambiarla como mínimo a diario o si es reutilizable lavarla todos los días a 60 grados. No es excusa que no enseñemos los dientes para no cuidarlos", ha explicado entrevista con Infosalus la doctora Rosa Marco Millán, presidenta de la Sociedad Española de Odontología y Estomatología (SEEYO).

Las consecuencias por este descuido de los dientes debido al uso de mascarillas, sería a corto plazo, según ha relatado, la tinción de los dientes, la caries, la halitosis, así como la gingivitis, entre otras patologías.

"La falta de oxígeno podría alterar ese equilibrio entre las bacterias, llamado 'simbiosis', para dar lugar a un desequilibrio (disbiosis), en el que determinadas bacterias orales más patógenas pudieran desarrollarse y predominar. Sin embargo, es altamente improbable que en las condiciones habituales de uso de las mascarillas se produzca esta situación de falta de oxígeno", apuntan desde el Consejo General de Dentistas, ya que en la boca conviven millones de bacterias pertenecientes a unas 300 familias diferentes.

"Cuando llevamos la mascarilla abrimos menos la boca, hablamos menos, comemos menos entre horas y la higiene natural que se realiza al masticar alimentos o al hablar etc no se está efectuando. Si además el cepillado es peor o inexistente, nos llevará a culpar a la mascarilla de mal aliento, pero no es así", sentencia la doctora Marco

Como especialista nos aconseja intensificar nuestra higiene bucal ante el uso continuado de mascarillas: "Debemos limpiar profundamente los dientes, las encías, así como la lengua. Utilizar seda dental o cepillos interproximales, aparte de emplear raspadores de lengua y colutorios con flúor. Beber frecuentemente agua, evitar alcohol y tabaco. Llevar una dieta sana, masticar alimentos duros pueden ayudarnos tanto con el mal aliento como con las caries".

Además, desde el Consejo General de Dentistas recalcan la importancia de realizar un correcto cepillado 2 veces al día, con pasta dentífrica fluorada, incluyendo la higiene interdental. Tampoco hay que olvidarse de mantener una alimentación saludable, evitando el consumo alcohol y tabaco y de productos azucarados.

 

La mascarilla no es la causa de problemas bucales como la halitosis