Las nuevas indicaciones para la cirugía de la obesidad, incluidas en las nuevas guías de referencia que fueron ratificadas hace aproximadamente un año por la Sociedad Española de Cirguía de la Obesidad (SECO), han ampliado el rango de pacientes susceptibles de ser intervenidos.
Si hasta entonces solo se indicaba para personas con IMC igual a 40 kg/m2 o IMC igual a 35 kg/m2 con comorbilidades, ahora se recomienda en pacientes con un IMC igual a 35 kg/m2 con independencia de que presenten o no comorbilidades, así como de la gravedad de las mismas. También se aconseja para pacientes con IMC igual a 30 kg/m2 con diabetes tipo 2 o aún sin diabetes, cuando la pérdida de peso experimentada no sea sustancial y duradera o no se haya logrado una mejora de la comorbilidad existente a través de tratamientos no quirúrgicos.
Además, se elimina el límite temporal de edad por arriba, de forma que puede considerarse la cirugía bariátrica en mayores de 65 años, siempre que las comorbilidades y el estado de fragilidad del paciente lo permitan.
Por lo que respecta a niños y adolescentes, se consideran candidatos a la cirugía bariátrica aquellos con un IMC superior al 120 por ciento del percentil 95 que presenten comorbilidades importantes o un IMC superior al 140 por ciento del percentil 95 sin comorbilidades. Y siempre tras una evaluación realizada por un equipo multidisciplinar en un centro especializado.
Asimismo, se recomienda como terapia puente para otro tratamiento. Así, debe considerarse la cirugía en pacientes con obesidad severa o mórbida que requieren otra cirugía especializada como implantación de prótesis de cadera o rodilla, reparación de hernia de la pared abdominal o trasplante de órganos.
En cualquier caso el éxito de esta cirugía es una carrera a largo plazo, requiere un seguimiento continuado en el tiempo y no se da el alta definitiva hasta transcurridos cinco años desde la cirugía; precisa de un compromiso firme por parte de los pacientes para modificar sus hábitos y seguir las recomendaciones. Es fundamental un diagnóstico y un tratamiento individualizados, lo que es válido para un paciente puede no serlo para otros.
"Cuando confluyen todas estas circunstancias, los resultados avalan que no solo se consigue reducir el exceso de peso y mantenerlo en el tiempo, sino que además se logra una alta tasa de mejoría y remisión de las comorbilidades metabólicas, mejorando exponencialmente la calidad y la esperanza de vida de los pacientes", ha señalado el Jefe de Servicio de Cirugía General del Hospital Quirónsalud San José y experto en cirugía bariátrica, José María de Jaime Guijarro.