miércoles. 27.11.2024

Un estudio presentado durante el congreso de la European Alliance of Associations for Rheumatology (EULAR) ha evidenciado que la propagación de la infección por SARS-CoV-2 es mucho mayor que la observada al captar solo los casos de COVID-19 diagnosticados con hisopo nasal.

La verdadera prevalencia de COVID-19 sigue siendo desconocida debido a la elevada proporción de infecciones subclínicas. Medir la seroprevalencia puede ser crucial para mejorar el conocimiento sobre el impacto de la COVID-19 en los pacientes reumáticos.

Como parte del proyecto 'MAINSTREAM', los investigadores realizaron un estudio transversal de seroprevalencia entre el 4 de mayo y el 16 de junio de 2020 para estimar la prevalencia de anticuerpos anti-SARS-CoV-2 en una gran cohorte de personas con artritis reumatoide (AR) o espondiloartritis (EA) tratadas con fármacos reumáticos modificadores de la enfermedad biológicos o sintéticos dirigidos (b/tsDMARDs) en una zona de alta endemia de COVID-19 (Lombardía, Italia).

Durante este tiempo, se analizaron 300 personas para detectar anticuerpos IgG, IgM e IgA contra tres antígenos virales: la nucleoproteína, la proteína de espiga y el dominio de unión al receptor. Estos datos se compararon con los observados en la población sana en el mismo periodo y región. Todas las personas que participaron también completaron un cuestionario para recoger información sobre los síntomas compatibles con la COVID-19, los factores de riesgo y las comorbilidades.

En general, el 65 por ciento de los participantes tenía AR, el 23 por ciento artritis psoriásica y el 21 por ciento espondilitis anquilosante. La mayoría de las personas estaban siendo tratadas con inhibidores del factor de necrosis tumoral (TNFi; 57 por ciento), y el resto recibía abatacept (20 por ciento), inhibidores de la interleucina-6 (IL-6i; 11 por ciento) o inhibidores de la janusquinasa (JAKi; 5 por ciento).De las 300 personas, 4 tenían un diagnóstico previo de COVID-19 definido por hisopo nasofaríngeo.

Se evaluaron los títulos de inmunoglobulina, resultando el 9 por ciento, el 13,6 por ciento y el 13,3 por ciento de pacientes positivos para IgG, IgM e IgA, respectivamente, y no hubo diferencias significativas con la población sana. Entre los pacientes seropositivos, el 55,3 por ciento eran asintomáticos, el 16 por ciento tenían síntomas menores y el 19,6 por ciento mayores, y el 7,1 por ciento fueron hospitalizados. No se produjeron muertes ni ingresos en cuidados intensivos.

Los títulos de IgM, IgG e IgA al dominio de unión al receptor del virus fueron más altos en los pacientes con síntomas menores y mayores en comparación con los asintomáticos. No se encontraron diferencias entre los pacientes seronegativos y seropositivos en relación con la edad, el sexo, el diagnóstico reumático y el tratamiento con DMARDs cs- y b/ts o corticosteroides. Un riesgo relativamente mayor se asoció a la obesidad y a la presencia de al menos dos comorbilidades.

Este estudio confirma que, incluso en una cohorte de pacientes reumáticos, la propagación de la infección por SARS-CoV-2 es mucho mayor que la observada al captar sólo los casos de COVID-19 diagnosticados con hisopo. La enfermedad reumática subyacente y el tratamiento en curso con b/ts DMARD no parecen influir en la positividad de los anticuerpos contra el SARS-CoV-2, que por el contrario parece estar asociada a la COVID-19 sintomática y a la presencia de comorbilidades.

La propagación del virus de la COVID-19 es mucho mayor a la diagnosticada, según un...