Una de las mayores polémicas que ha dejado la pandemia del Covid ha sido el pago por material sanitario que luego era inexistente, en una estafa que ha afectado en gran medida al ministerio de Sanidad. Son más de 9,2 millones los que Sanidad sigue reclamando dos años después de la pandemia que azotó al país, para la supuesta compra de guantes, mascarillas y gel higiénicos para los sanitarios de las UCI.
El Instituto Nacional de Gestión Sanitaria continua litigando contra cuatro empresas, dos de ellas asiáticas y otra creada poco antes en Barcelona, para lo que debería ser el reembolso de un pago por material sanitario, que nunca llegó a las manos de los profesionales médicos de nuestro país, causando grandes pérdidas económicas y problemas de escasez de materiales.
Estos cuatro contratos se pueden apreciar en la auditoría de cuentas de junio sobre las compras de protección contra el Covid, realizadas en plena pandemia, por el Ministerio de Sanidad. En estos contratos de urgencia y extrema necesidad por aquel entonces, se encontraron hasta 19 "incidentes" al ser analizados. Entre los numerosos contratos extraños figuran los más graves, estos cuatro cuyos importes se siguen reclamando hasta día de hoy, por la entrega de material defectuoso o los retrasos que les obligaron a recurrir a otros proveedores.
Este problema tuvo gran crítica por parte de los partidos políticos y del pueblo, pues el Ministerio de Sanidad recurrió a compañías desconocidas y "poco fiables" a los ojos de la gente, lo que llevaba a sospechar un nuevo caso de corrupción política de nuestro país. Sanidad aseguró intentar comprar los recursos a empresas conocidas, pero las inclemencias de un costoso mercado de material sanitario en plena pandemia, le llevó a buscar soluciones más baratas que, a la larga, salieron muy caras.
Defectos y Retrasos Muy Marcados
El primer contrato que se reclama es uno adjudicado el pasado marzo de 2020, con una de las dos empresas asiáticas que el Ministerio de Sanidad contó, Shangdong Lianfgu Pharmaceuticals. Con esta se llegó a un acuerdo por la compra de 260.000 unidades de gel desinfectante por 779.301 euros, que ahora reclama por "incumplimiento de las condiciones pactadas imputable al contratista". La empresa entregó un gel no considerado producto sanitario, sin haber devuelto el dinero a día de hoy.
De los cuatro contratos, este es el único por el cual INGESA reclama una indemnización de 1,4 millones, por el incumplimiento de lo firmado en el contrato, al no entregar el producto requerido y tener que contar con otra empresa diferente para conseguir el producto.
La segunda reclamación es a una compañía llamada Member of the Tribe (Miembro de la Tribu), creada en Barcelona meses antes de que estallara la pandemia y con la que el INGESA formalizó la compra en mayo de 2020 de 52.000 guantes de nitrilo por valor de más de 5,5 millones de euros.
La tercera cantidad que se reclama todavía son 477.800 euros por incumplimiento de plazos estipulados a una empresa llamada MJ Steps y con sede en Suiza a la que el Ministerio compró en marzo de 2020 10 dispositivos de ventilación mecánica, en un momento en el que el crecimiento de los contagios era ya exponencial y aumentaba sin parar el número de quienes enfermaban de gravedad y necesitaban un respirador para seguir con vida.
Por último, Sanidad mantiene una reclamación por 2,4 millones a la compañía Hong Jin Medical Science, a la que compró casi un millón de mascarillas FFP2 y KN95 que resultaron "no aptas para su distribución" porque no presentaban las condiciones de protección requeridas. "No se ha recibido ningún ingreso", apunta también en este caso el ministerio.
