La novena edición de Masterchef España llega a su fin y Arnau París alza su trofeo en alto. Aunque nunca se posicionó como uno de los favoritos con sus bromas sobre su profesión de comercial, la blacklist y la trenza que llevó en las 13 pruebas de eliminación del programa, ha conseguido cambiar los grifos por los cuchillos.
La cocina le viene de familia: una base tradicional, un toque vanguardista y la elaboración de un postre junto a un menú que dejó impresionados a los jueces y a Dabiz Muñoz como invitado. Consiguió la chaquetilla de finalista en una primera prueba que suele ser de las más duras del programa ‘Seguir al chef’. En esta ocasión no se recibió bien en el público y en los concursantes, ya que Ricard Martínez, jefe de creatividad de EspaiSucre en Barcelona, destacó por sus comentarios ‘bordes’ y ‘secos’ hacia los finalistas. La forma de referirse a ellos no era la mejor, llegando a preguntar a Meri si era la primera vez que cocinaba en aquellas cocinas cuando se le quemó el caramelo. Los espectadores también han reprochado a los jueces que no corrigieran ese comportamiento.
Meri, la segunda duelista, recibió la chaquetilla al ganar a sus compañeros Fran y María en la prueba de exteriores. La joven entró a las cocinas de Masterchef llena de inseguridades porque su familia no llegaba a aceptar su vocación por la cocina.Al ver a su hija en esa tesitura y cocinando de la manera que lo hizo, su padre se emocionó y entendió lo importante para ella.
Ante la prueba final donde se reunió familiares de los dos duelistas y todos los concursantes de la edición, Arnau se hizo con el trofeo junto a 100.000 euros y la publicación de su propio libro de recetas. “Soy el ganador de Masterchef. Es un sueño, un sueño, no puedo explicarlo. Que todo el mundo persiga sus sueños, porque todo es posible”, con estas palabras Arnau se despedía del programa, que descansará en verano y volverá con su edición celebrities.