La Plataforma Andaluza de Voluntariado celebra su día con un mensaje claro y nítido: la fuerza de la persona tiene que ver mucho con su opción solidaria que la empodera, la define y le da argumentos para vivir en sociedad de una manera amable y colaborativa. En Andalucía se ha vivido un año donde se comienzan a recuperar algunos programas con prudencia y con la incertidumbre aún patente que nos genera la pandemia aún no extinguida. Para ello más de 150.000 personas cada día optan por ofrecer su tiempo para ayudar y estar fuertes ante la adversidad que supone la vulnerabilidad de los que están quedándose por el camino. Demasiados, según los últimos informes que hablan de más del 40% de la población andaluza.
2021 ha supuesto para las entidades y personas voluntarias un reto de enormes dimensiones por la necesidad de seguir adaptando acciones ante las dificultades que genera el COVID para la tarea solidaria “Recuperar vínculos con las personas con problemas de salud mental, las que están solas, o con personas sin hogar, es una tarea compleja que el voluntariado realiza”, así lo expresa Armando Rotea, presidente de la Plataforma Andaluza de Voluntariado, que este año recalca la importancia de mirar hacia delante con fuerza, pero sin olvidar las heridas que a la población voluntaria también le ha generado esta pandemia.
Durante todo este año, con la ayuda de las Plataformas provinciales, se ha puesto el foco en formar en emergencias a las entidades, acercar los Objetivos de Desarrollo Sostenible o trabajar la salud emocional en el voluntariado. También los programas de Aprendizaje Servicio tienen un papel clave para acercar el voluntariado a los más jóvenes para bajar la edad media del voluntariado andaluz. La Plataforma sigue facilitando la tarea de acercar información, acompañando y derivando a más de 21000 personas voluntarias al año hacia las necesidades más urgentes.
La Plataforma Andaluza del Voluntariado celebra el Día del Voluntariado en diversos actos repartidos por toda Andalucía, para destacar su valor, su fuerza y su impacto en la realidad que nos rodea.
La financiación
La crisis social provocada por la pandemia sigue agudizando, aún más, la debilidad del sector que ha tenido que invertir fondos en adaptar sedes y programas en favor de la seguridad de las propias personas voluntarias. Ser destinatarios de los fondos europeos previstos o aumentar los presupuestos públicos en sectores como la cooperación, la discapacidad o el propio voluntariado, se hacen urgentes en los próximos tiempos.