El óxido de etileno, es una sustancia tóxica y cancerígena, y ha sido hallado en los componentes de helados y otros productos de gran consumo.
La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), el pasado mes de junio instó a varias empresas a retirar este componente de sus productos por los efectos negativos que puedan suponer sobre la salud y la fertilidad.
La Comisión Europea ha establecido unos límites por los que el producto que sobrepase una cantidad mínima de óxido de etileno debe ser retirado del mercado.
La directiva Europea parece haber caído en saco roto en el momento en el que se han revelado la presencia de esta sustancia en varios productos destinados a la ingesta. Las semillas de sésamo son otro de los productos que a efectos legislativos, está prohibido.
El óxido de etileno sirve para evitar el moho y las infecciones como la salmonela, pero puede tener efectos negativos también. La UE lleva años prohibiendo su utilización en el sector de la alimentación. Desde 1991 no se permite como plaguicida, como tampoco se puede utilizar para proteger piensos ni otro tipo de alimentos desde el 2011.
Se trata de un químico usado para la desinfección y es altamente inflamable. Si se inhala o se consume en grandes cantidades puede llegar a producir cáncer y otro tipo de patologías severas.