El no descansar bien o no dormir lo suficiente hace que nuestras ojeras se vuelvan negras y se nos formen bolsas. Para disminuir esos efectos que tanto odiamos están los conocidos eye pads o parches de ojos. Así podremos lucir una mirada descansada y sin ojeras.
El contorno de los ojos es una zona muy delicada que no puede ser tratada de la misma forma que el resto de la cara. Por eso usamos estos parches para tratar las ojeras. Sus beneficios son una hidratación intensa que reduce los signos de envejecimiento y que hace destacar e intensificar la mirada. Los resultados se observan a simple vista tras su aplicación durante quince o veinte minutos.
Estas pequeñas almohadillas tienen la forma de las ojeras, para adaptarse perfectamente a la zona. Aunque podemos encontrarlas de muchos tipos, como de colágeno, de hidrogel, anti edad, etc, en general, la mayoría sirven para reducir las bolsas, evitar el oscurecimiento del contorno de ojos y para combatir la fatiga y la falta de drenaje.
En definitiva, sirven para descongestionar la zona del contorno de los ojos. Su aplicación se realiza unas dos o tres veces por semana. Antes de usarlos lee las instrucciones para asegurarte de que lo realizas correctamente. Aún así, lo recomendable es aplicárselos por la noche, que es cuando la piel se regenera y descansa, con la cara previamente limpia, después de realizar tu rutina de limpieza facial.
No es aconsejable pasarse de tiempo con los parches de ojos puestos, ya que puede causarnos totalmente efectos contrarios a los que queremos, Con un máximo de 20 minutos será más que suficiente.
Puedes encontrar parches de un solo uso o reutilizables. Antes solo existían los de un solo uso, que nada más terminar iban directos a la basura. Ahora han creado algunos que duran hasta para 4 o 5 aplicaciones. Como truco final para potenciar los efectos de los parches, mételos en la nevera un rato antes de usarlos, al estar fríos harán más efecto.
