Últimamente solo escuchamos a las más entendidas de belleza hablar sobre los productos comedogénicos. Pero ¿sabes lo que realmente son? Tranquila, si no lo sabes aquí te aclararemos lo que son, como actúan en nuestra piel y cómo identificarlos.
¿Qué son los ingredientes comedogénicos?
Son ingredientes que obstruyen o ayudar a obstruir los poros de la piel, pudiendo causar imperfecciones como puntos negros, espinillas o granos.
Es cierto que la piel grasa es más sensible a los efectos negativos de los ingredientes comedogénicos que las pieles secas. El exceso de grasa en la piel puede acentuar las apariciones de imperfecciones relacionadas con obstrucciones y limpieza de poros. Por ello, si tienes una piel grasa, mixta o con tendencia acnéica debes evitar lo máximo posible los ingredientes comedogénicos.
Por supuesto, hay que dejar claro que los ingredientes comedogénicos no son los que causan el acné, que son las sustancias acnegénicas. Éstas se producen cuando aplicamos un ingrediente del tipo y el folículo se irrita en un transcurso de 48 a 72 horas, provocando los odiados granitos rojos.
¿Qué ingredientes comedogénicos deberíamos evitar?
La realidad es que hay muchos productos que causan el efecto comedogénico.
Todos los que contentan ingredientes de tipo natural o sintético que sean aceitoso, con silicona o parafina. Cera de abejas, alcohol cetílico, aceite de germen de trigo, etc.
Todos los productos que contengan ingredientes de estas características y otros ingredientes grasientos, si son usados en cantidades no recomendadas o las adecuadas, pueden causar el efecto comedogénico en la piel.
Hay que tener en cuenta que el agua siempre va a reducir el efecto comedogénico, salvo el azufre. Por lo que depende del tipo de piel, los ingredientes y la dilución en agua de este hará del producto comedogénico o no. Por eso es tan importante conocer nuestra piel y los ingredientes que debemos usar en ella.
De ahí la importancia que siempre le damos al buen cuidado de la piel y de las rutinas faciales, con la llegada de septiembre es el momento ideal para retomar la rutina y hacerla de ella un ritual facial que no nos debemos saltar nunca y repetir día y noche.