La defunción de la joven boxeadora ha podido ser el mayor golpe que ha dado a lo largo de su carrera, pues ha ido directo al corazón de aquellas personas que compartían su tiempo como sus amistades y familiares. Le Galliard estaba completamente vacunada contra la covid (pauta completa), aunque presentaba una enfermedad sanguínea de inmunodeficiencia. "Tenía una mente de guerrera. Pocos conocían la debilidad de su cuerpo", señaló una compañera de la fallecida.
La joven estuvo casi ocho semanas ingresada en la UCI de un hospital de Marsella, tras presentar los primeros problemas respiratorios provocados por la covid-19. Su estado finalmente tendió a empeorar, afirman las autoridades sanitarias.
"Julie tuvo que ser intubada y hubo un problema con su tráquea, que se vio afectada. Tuvo que ser operada. Estuvo en coma mucho tiempo y pasó los dos últimos meses de su vida en condiciones muy complicadas", ha precisado un simpatizante de la familia en el rotativo francés.
Julie Le Galliard se apartó de los cuadriláteros hace años por una lesión en el hombro. La deportista, natural de la región de Lorena, comenzó con el boxeo en 2005, y compitió en la categoría de pesos menores de 57 kilogramos, que no era olímpica en el momento en el que se proclamó campeona.
