El Papa, como ya es habitual en sus alocuciones públicas- ha pedido oraciones por la guerra en Ucrania. "Hay muchas banderas aquí. Recemos por el pueblo martirizado", ha señalado asomado al balcón de su estudio privado en el Palacio Apóstolico ante miles de fieles reunidos en la plaza de San Pedro para escuchar el Ángelus en el día de San Esteban, primer mártir de la Iglesia católica.
Así, ha reivindicado la figura de este santo y ha recordado también a todos los cristianos que hoy son perseguidos por su fe: "Incluso en nuestros días los mártires son numerosos. Hoy rezamos por estos hermanos y hermanas perseguidos que dan testimonio de Cristo".
Además, ha pedido seguir el ejemplo de San Esteban que "no se limitaba a esta labor de asistencia" sino que "compartía su fe a la luz de la Palabra de Dios y de la enseñanza de los Apóstoles".
De este modo, ha señalado que su mayor testimonio fue que supo unir la caridad al anuncio. "Y nos dio este testimonio cuando estaba a punto de morir, cuando, siguiendo el ejemplo de Jesús, perdonó a sus asesinos. He aquí, pues, la respuesta a nuestra pregunta: nosotros podemos mejorar nuestro testimonio mediante la caridad hacia los hermanos, la fidelidad a la Palabra de Dios y el perdón. Caridad, Palabra y perdón".
Precisamente, Francisco ha pedido a las familias un esfuerzo para adoptar actitudes de "apertura y reconciliación" ante la posibilidad de encuentro en estas fechas con personas con las que no hay una buena relación y ha instado a estimular la "capacidad de perdonar".
"Hay que pensar en nuestra capacidad de perdonar, sobre todo en estos días, en los que nos podemos encontrar, entre otras muchas, a algunas personas con las que no nos hemos llevado bien, que nos han herido, con las que nunca hemos arreglado nuestra relación", ha exhortado.
El Pontífice ha pedido a los fieles que tengan "la fuerza para rezar" por quienes les han "hecho daño" y dar así pasos "de apertura y reconciliación".