El Papa ha reanudado este miércoles la audiencia general con unos 300 fieles ante los que se ha mostrado "feliz". "Estoy feliz de reanudar este encuentro cara a cara, porque, les digo una cosa, no es muy bonito hablar delante de nada o una cámara y ahora después de tantos meses, gracias al coraje de monseñor Leonardo Sapienza (encargado de la organización de las audiencias), estamos aquí", ha señalado Francisco.
La última celebración de la catequesis en presencia de fieles tuvo lugar hace siete meses el 28 de octubre del año pasado cuando los datos epidemiológicos empeoraron en toda Italia debido a la tercera ola de la pandemia y se restringieron las medidas de seguridad. Entonces, el Papa pasó a celebrar las audiencias generales de los miércoles desde la Biblioteca Apostólica y se cerraron los accesos a la plaza de San Pedro.
El Pontífice, que llevaba mascarilla, ha llegado en coche hasta el patio principal del Palacio Apostólico, lugar de primera recepción en las visitas oficiales a los jefes de Estado y de Gobierno, a los embajadores acreditados ante la Santa Sede, a los obispos en visitas ad limina.
Las audiencias generales comienzan en torno a las 9.30 horas. La participación está abierta a todos los que lo deseen, sin necesidad de entradas.
Durante la catequesis, el Papa ha continuado con las reflexiones sobre la oración al señalar que hace "milagros". "Lo he presenciado, la oración hace milagros, porque va directa a la ternura de Dios", ha manifestado, al tiempo que ha reconocido que "rezar no es algo fácil".
En este sentido, ha recordado que cuando se dispone a hacerlo se sobreponen en la mente "muchas otras actividades, que en ese momento parecen más importantes y más urgentes". Pero ha recalcado que no se puede rezar "como un loro".