Como forma de empatizar y poder llegar a sentir lo que es cargar con el peso de una enfermedad tan dura como el ELA, David Dooher quiso subir hasta la cima del Ben Nevis con 100 kilos sobre sus hombros. "Quiero sentir ese peso sobre mis hombros".
Para él ya fue todo un reto tanto físico como mental: "Si no lo hago ahora, no lo hago nunca", decía. Nunca perdía de su cabeza el objetivo principal de la subida: "Represento la carga que la enfermedad supone para ellos y sus familias cuando les diagnostican una enfermedad así".
Ha estado entrenando con peso durante 6 meses para poder lograrlo. Después de 16 horas, lo consiguió. En el punto más alto de Gran Bretaña le esperaba su mujer, que cuando la vió, se rompió a llorar.