Cuando se acaban de cumplir dos años del infarto de miocardio que acabó, precipitadamente, con su carrera deportiva, Iker Casillas acaba de 'revivir' su peor miedo y pesadilla. El ex portero del Real Madrid se encontraba jugando al pádel con unos amigos el pasado 28 de abril, cuando sintió un fuerte dolor repentino en el pecho, que le hizo acudir rápidamente a los servicios de urgencia, temiendo que se tratase de un nuevo problema de corazón.
Según adelantaba la revista ¡Hola!, Casillas llegó al Hospital Universitario Quirónsalud de Madrid, en la localidad de Pozuelo de Alarcón, por su propio pie y acompañado por uno de sus amigos.
Después de que se le realizaran las pruebas correspondientes, en lo que fueron unas horas tensas para el exfutbolista mostoleño, los médicos confirmaron que no había habido ningún infarto, quedando todo en un susto. En la madrugada del jueves 29 de abril, Casillas fue dado de alta y regresó a su domicilio, cercano al hospital.
Iker Casillas afronta su nueva vida después de que hace apenas dos meses los caminos de su exmujer, Sara Carbonero, y el suyo se separaran para siempre. Esta decisión, pillada de improviso e increíble para muchos, se sumaba a la nueva intervención en febrero por parte de la madre de los dos hijos en Madrid, exactamente en la Clínica Universidad de Navarra, para tratar su cáncer de mama.