Lindsay Flach demuestra que el embarazo no es una barrera tan grande para competir en atletismo, aunque ha recibido críticas y elogios a partes iguales.
Hasta los comentaristas estaban sorprendidos al ver a la atleta luciendo tripa y preparada para afrontar exigentes pruebas a temperaturas próximas a los 40.
Flach hizo salto de altura, lanzó peso, jabalina, corrió 22 metros y se retiró al poco de empezar los 800 metros. Pero lo más complicado que hizo, fue completar los 100 metros vallas.
Sin embargo, hay personas que catalogan su actuación como maravillosa y tras que la critican por competir embarazada, diciendo que es una inconsciencia.
Olvidado el sueño olímpico, Flach se centra en imitar a Alysia Montano, famosa por correr los 900 metros embarazada de 8 meses, algo que parece insuperable.