El Real Madrid de Carlo Ancelotti se coronó una vez más como el mejor club del mundo en Rabat. El conjunto merengue derrotó a un luchador Al Hilal saudí, que puso en varios tramos del encuentro en peligro a la defensa blanca, la cual acusa las bajas de Militao y de Mendy.
El partido comenzaba con ambos equipos saltando a la presión y luchando por la bola de manera valiente, dejando claro que este sería un partido de ataques y no tanto de defensas. Sería en el tempranero minuto 13, cuando el jugador MVP del torneo, Vinicius Jr, demostraría porqué se merecía el galardón, anotando el primer gol del partido, en un mano a mano con el portero saudí, tras un pase de Fede Valverde.
El segundo gol no tardaría mucho, pues el Madrid, que había olido sangre, continuó atacando como un tiburón blanco, hasta que cinco minutos después, Modric realizaría una gran internada por banda derecha y centraría al área. La indecisión e imprecisiones de la defensa saudí hizo que el balón cayese en Valverde que, con ayuda de un defensor, marcaría el segundo tanto.
El Madrid continuó atacando lejos de conformarse con el 2-0, pues quería acallar las críticas por su juego y calmar las aguas despuñes de su derrota ante el Mallorca en La Liga, pero atacar alocadamente crea espacios a tus espaldas, lo que aprovechó el Al Hilal para filtrar un gran balón a Marega, ganando la espalda a un inexistente Camavinga en defensa y batiendo a Lunin, el cual no fue capaz de blocar el disparo.
Y es que Marega sería un dolor de cabeza para la defensa madridista, ganando las espaldas y disparando rápido, casi batiendo a Lunin una vez más, esta vez para empatar. Tras algún aviso saudí, el juego se calmó llegando al final de la primera parte. El segundo tramo comenzó como una exhalación. Kroos solo tardó 9 segundos en realizar el primer disparo, que se fue por muy poco rozando el palo, marcando la tónica de un Madrid atacando en oleadas y un Al Hilal aguantando para salir a la contra.
Fue entonces cuando, de nuevo, apareció Vinicius. El brasileño encaró en la parte izquierda del área a su par, y con un precioso toque de exterior, centró a Benzema, que se adelantó a los centrales, consiguiendo el tercer gol del encuentro. Y esto no pararía, pues tan solo 4 minutos después, sería Valverde el que marcaría su doblete, a pase de la muerte de Carvajal, firmando un buen 4-1.
Por desgracia para el Real Madrid, este contundente marcador no sería definitivo, pues una vez más, el exceso de confianza y la falta de agresividad en la defensa merengue les costó una intranquilidad que duró todo el encuentro, y que se reafirmaría en el segundo gol del Al Hilal, con una preciosa vaselina que dejó con cara de poker a Lunin.
El tercero de los saudíes pudo haber llegado tras una gran jugada de Vietto, pero en una parada poco ortodoxa de Lunin el Madrid se salvaría del gol, al menos antes de marcar el quinto. Pues sí, el Madrid marcaría un quinto gol gracias a una gran jugada ente Viniciuys y Ceballos, que el brasileño acabaría definiendo de primeras para marcar su doblete.
El último gol del partido sería del Al Hilal que, una vez más, ante los huecos que dejaba atrás un sobreexcitado Madrid pudo hacer mucho daño, marcando un honorable tercer tanto de los pies de Vietto, que regateo de manera elegante y magistral a un poco efectivo e inseguro Lunin. Así, el Madrid se hace con su octavo Mundial de Clubes, pero con la inseguridad de una defensa poco efectiva.