La economía española podría haber crecido hasta un 5% entre 2014 y 2020 si la contaminación estuviera por debajo de los niveles marcados como máximos recomendables por la Organización Mundial de la Salud (OMS), es decir, cinco migrogramos por metro cúbico de aire (mcg/m3). Este impacto es "ligeramente inferior" al impacto medio estimado en la Unión Europea (6%), donde sobresalen Italia (9%) y Europa del Este (10%).
Estas son algunas de las conclusiones a las que ha llegado el informe titulado 'La contaminación en España: sus impactos en la economía y en la salud', que el Centro de Políticas Económicas EsadeEcPol publica este martes y para cuya elaboración el centro ha utilizado un análisis macroeconométrico con variables instrumentales para estimar potenciales impactos atribuibles a la contaminación en el Producto Interior Bruto (PIB) usado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
Además, el estudio ha señalado que Asturias y Cataluña siguen por encima del impacto económico medio nacional pese a reducciones generalizadas en la última década y media. En este sentido, se espera que este volumen de Producto Interior Bruto (PIB) potencial con menor contaminación se mantenga particularmente elevado en ambas y también en Andalucía hasta 2027.
Aún así, puntualiza que si continúan mejorando los niveles de calidad del aire y, posiblemente, se alcanzan los objetivos de la OMS, se podría añadir la totalidad del potencial no conseguido del PIB en las próximas décadas en varias comunidades autónomas, reduciendo esos volúmenes de potencial no aprovechado al 2% a nivel nacional y en la mayoría de las autonomías.
ELIMINAR SUBSIDIOS DIRECTOS A COMBUSTIBLES FÓSILES
Por todo ello, el Centro de Políticas Económicas EsadeEcPol recomienda localizar recursos que se puedan asignar a estos objetivos, considerando la calidad del aire como un bien público a proteger. Por ejemplo, mediante la progresiva eliminación de los subsidios directos concedidos a los combustibles fósiles, así como una fiscalidad que refleje mejor los impactos negativos aquí explorados.
Además, sugiere enfocar las medidas para reducir la contaminación y especialmente la inversión en aquellas áreas que presentan un mayor potencial. Por esta parte, indica que en España los principales sectores emisores de PM2.5 son el tratamiento de residuos, el sector residencial (sistemas de calefacción) y la industria en general.
En opinión del centro, es necesario encontrar futuras formas de financiación que complementen a los fondos europeos a partir del año 2027. Al concentrar esfuerzos por reducir la contaminación en estas zonas más afectadas, España podría liderar en la UE y de forma global en términos de calidad del aire.