La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha condenado "firmemente" la invasión de Ucrania por parte de Rusia y ha puesto la capital catalana a disposición tanto de la Generaliat como del Gobierno para ser ciudad de acogida.
Lo ha dicho en la cena inaugural del Mobile World Congress (MWC) en el MNAC, junto al Rey Felipe VI; el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez; el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès; la vicepresidenta primera del Gobierno, Nadia Calviño; la delegada del Gobierno en Catalunya, Maria Eugènia Gay; la presidenta de la Diputación de Barcelona, Núria Marín; el presidente de Fira de Barcelona, Pau Relat, y el presidente del consejo de GSMA, José María Álvarez-Pallete, entre otros.
Ha calificado a Barcelona como una ciudad de paz y comprometida con ella, ha pedido acabar con la invasión que "está causando tanto dolor" y ha mostrado el reconocimiento hacia la ciudadanos rusos que se manifiestan en contra de la guerra.
Se ha comprometido a seguir trabajando para "imponer el diálogo en todas partes" y ha defendido que, para ella, la tecnología debe contribuir a la paz y a la democracia y estar al servicio de la ciudadanía.
Ha repasado algunos proyectos de Barcelona, como el distrito 22@, su apuesta por el 5G, la investigación, las universidades, el estudio de la biomedicina y de la movilidad sostenible, y también ha asegurado que ha "atraído a las principales compañías internacionales", haciendo de Barcelona una capital científica.
BARCELONA, CATALUNYA Y ESPAÑA "JUNTAS"
"Barcelona, Catalunya y España hemos ido siempre juntas para hacer la mejor edición posible" del MWC, ha defendido y, aunque ha dicho que hay tensión en los últimos años, considera que el diálogo siempre ha prevalecido entre las tres.
Ante esto, ha abogado por "seguir trabajando" unidas, con respeto, diálogo y cooperación para afrontar retos compartidos como la revolución tecnológica, o el hecho de que los fondos europeos lleguen a la gente que los necesita, no solo a las grandes empresas.
Por último, ha destacado el Consorci del Besòs, que afecta a un territorio del que ha destacado sus indicadores de vulnerabilidad social, y ha afirmado que el proyecto conforma "una enorme oportunidad" para el mismo.
