El Gobierno no percibe "daños ambientales severos" cuando se vierte sal en las carreteras para prevenir heladas. En una respuesta por escrito a Vox, el Gobierno recuerda las conclusiones del informe 'Revisión de las alternativas para reducir los efectos ambientales derivados del esparcimiento de sales en carreteras. Recomendaciones y propuestas de evaluación y seguimiento', redactado por el Centro de Estudios y Experimentación de Obras Públicas (CEDEX) en noviembre de 2010.
Según este informe, "dada la frecuencia y duración de las aplicaciones de fundentes en nuestro país, no son esperables daños ambientales severos y no hay evidencias de daños directos graves sobre la vegetación ni de contaminaciones de aguas o suelos". Aunque precisa que a día de hoy no existen estudios rigurosos sobre afecciones ambientales que se puedan estar produciendo en tramos donde la utilización de sal sea relativamente frecuente.
En línea con lo que se indica en el informe, en los últimos años se han adoptado una serie de medidas para, sin perder de vista el objetivo fundamental de los trabajos de mantenimiento invernal, limitar o reducir el uso de la sal.
En tal sentido, en estos últimos años las medidas adoptadas han sido: la generalización de la aplicación de tratamientos preventivos con salmuera en lugar de con sales sólidas; que en la realización de los tratamientos preventivos los extendedores empleados disponen de planificadores de ruta mediante GPS para la asignación automática de dotaciones y anchos de extendido; y que todos los equipos extendedores deben disponer del correspondiente certificado anual de calibración que garantice el correcto funcionamiento de los mismos.