El Tribunal Supremo ha condenado a un año de prisión a una mujer que acosaba a su cuñada tras enviarle 500 mensajes de Whatssap y SMS, entre agosto de 2015 y mayo de 2016. La víctima llegaba a recibir más de 20 mensajes de acoso en un mismo día. Además, llegó a soportar seguimientos en la calle y llamadas telefónicas.
Por ello, se vio sometida a una situación de angustia, requiriendo la compañía de alguna persona para poder salir a la calle, y planteándose la opción de rechazar una oferta de empleo a pesar de llevar varios meses en el desempleo.
En su sentencia, el Tribunal Supremo, afirma que los hechos probados alteran gravemente la vida de la víctima, tras considerarlos de acoso. Además, este miedo y sensación de inseguridad que se genera en la víctima sobre cuál va a ser el siguiente paso del acosador es lo que, sobre todo, provoca cambios en su rutina del día y entra en la exigencia normativa del tipo de la alteración grave de su vida. Como consecuencia, se regresa a la pena que ya había impuesto el juez de lo penal por delito de acoso y por el que la Audiencia Provincial solo le había impuesto 450 euros de multa.