La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha rechazado este martes el uso de alzadores para niños en el automóvil porque "no garantizan una protección suficiente en caso de impacto lateral", pese a su utilización es legal a partir de los 4 años.
"Cuando el niño crece y supera el rango de altura o peso para el que se ha diseñado la silla, debe adquirirse otra adaptada a sus nuevas dimensiones", ha defendido la organización en un comunicado, recogido por Europa Press.
A su juicio, "es la opción más segura y no tiene por qué resultar cara". En este sentido, ha apuntado que si la silla infantil se queda pequeña, es recomendable adquirir sillas del grupo 2/3 --para niños de 15 a 36 kilogramos (kg) de peso-- o, si están homologadas con la norma R129, para niños de entre 100 y 150 centímetros (cm).
Por otro lado, aunque la ley solo obliga a usar una silla hasta que el niño mida 1,35 cm, la entidad aconseja usarla hasta que alcance 1,50 metros, "tal y como se establece en otros países europeos al considerar que resulta más segura que usar simplemente el cinturón del adulto".
Además, la OCU ha desaconsejado el empleo de algunos dispositivos ajenos a la silla infantil, como los protectores de la hebilla del arnés, los cinturones dobles, los extensores y los sistemas de guiado del cinturón de adulto.
"Se trata de sistemas no homologados que pueden dificultar la operación de desatado del niño en caso de urgencia. De hecho, algunos son contrarios a la normativa", ha manifestado la organización, que pide a las autoridades "que se retiren cuanto antes del mercado".