La tendencia al encrespamiento y el pelo fino no impiden a las melenas francesas ser de las más deseadas del mundo. Descubrir sus secretos no es difícil si prestamos atención. Cada corte de pelo se hace a medida y de forma personalizada, así como la aplicación de cualquier tipo de tinte. Acompañan a este primer baño de forma y color, un uso adecuado de productos específicos para cada tipo de cabello, que sin duda mantiene las melenas pobres a raya y totalmente a la última. Las francesas son las precursoras de los peinados desenfadados, comúnmente conocidos como "moños de cama".
Su estilismo siempre acorde a la moda y sus melenas con descaro son y serán siempre tendencia. El corte de pelo tiene que ser natural si queremos conseguir lucir una textura acorde a nuestro estilo personal y que favorezca a nuestro rostro. Tendemos a pensar que se despreocupan de su melena, pero no es del todo cierto, ya que siempre dejan su melena en las mejores manos para dar con el corte perfecto. De este modo, consiguen acentuar sus rasgos y dar más vida a la melena sin necesidad de peinarse en exceso.
El aspecto desenfadado de las melenas francesas se debe en gran medida a los matices y mechas que rematan un look muy "I don't care". El efecto despeinado se puede conseguir si se deja secar la melena sin difusores ni secadores, únicamente sacudiendo con las manos para que no se apelmace. El color de la piel y de los ojos son clave para dar con el tinte perfecto. Un rasgo típico francés es conservar la melena lisa o rizada de la forma más natural que sea posible y a ser posible se peinan con los dedos cuando tienen la melena no recién lavada.
Otro de los secretos mejor guardados por las francesas es el uso frecuente de champú en seco, que les aporta textura y volumen de forma inmediata. Los sérums capilares fortalecen el cabello y lo reestructuran, según el resultado que se desee conseguir. Los spray hidratantes también se usan de diario para aportar textura e hidratación. Para rematar un buen color de es imprescindible mantener la piel luminosa con los tratamientos adecuados, en función de si nuestra piel es seca, grasa o mixta. Para ello, lo más acertado es consultar con un especialista y evitar el mal uso de cremas.