Cuando la gente comienza a decorar su casa, acostumbra a calcar estilos de otras casas y al final parecen todas iguales. Sin embargo, el estilo wabi sabi viene para romper con esta idea ya que, abraza la singularidad, la imperfección y la sencillez.
Pero más que un estilo de decoración, también es una filosofía de vida.
Estilo wabi sabi, la belleza de lo imperfecto.
Este estilo de vida nos lleva a valorar la belleza de las imperfecciones, el estilo wabi sabi también emana de las ideas de fugacidad e impermanencia, presentes en las Tres Características de la Existencia que define el budismo.
Por eso encontramos en sus manifestaciones elementos sencillos, modestos, cálidos, íntimos, naturales, asimétricos y cargados de textura.
- Elementos singulares e imperfectos.El estilo wabi sabi aprecia la imperfección y por eso tiende a hacer uso de elementos naturales. Por ejemplo, piezas de madera únicas, obras de artesanía, textiles trabajados a mano... La propia producción humana también puede ser imperfecta y, con ello, única, en la medida en que todo proceso de fabricación de un objeto implica, en ocasiones, 'errores' o marcas particulares que solo se dan en ese ejemplar concreto. Esto conecta con la idea de "imperfecta fiabilidad" del objeto: todo envejece y toma su propio carácter, debido a esa cualidad de impermanencia.
- Espacios limpios y neutros. Los espacios wabi sabi huyen del exceso y optan por dejar a la vista grandes espacios sin definir: paredes blancas e irregulares, colores neutros y claros, una selección de piezas cuidada... En este sentido, se trata de un estilo muy poético. La elegancia es discreta y la sencillez tiene que ver con distintos factores: de un lado, dejar espacio al crecimiento personal.
Se apuesta por tonos y textiles crudos, blancos, grises, tonos piedra... siempre en texturas naturales y ricas, irregulares y singulares.
Un plus del estilo wabi sabi sin duda es que tiene un orden, es todo muy simple, lo cual no carga las habitaciones ni mucho menos.