Evi de cuatro meses es una cría de foca monje, fue rescatada el pasado noviembre en la isla de Eubea -o Evia-, en Grecia, por una bronconeumonía grave. La pequeña ha vuelto a la naturaleza.
La Sociedad Helénica para el Estudio y la Protección de la Foca Monje -MOm- rescató a Evi con muy mal aspecto y un estado de salud preocupante. Como muchas focas de su especie, esta cría quedó huérfana con siete días de edad, según creen los expertos de la organización.
Los voluntarios de MOm esperaron para comprobar si la madre volvía, pero al ver que probablemente se trataba de una foca huérfana, la rescataron para poder darle la atención médica que necesitaba.
La foca monje está en peligro de extinción en el Mediterráneo
La foca monje del Mediterráneo -Monachus monachus- es una especie en peligro de extinción, con menos de 600 individuos vivos en la actualidad, según las últimas estimaciones. Diferentes organizaciones están trabajando en su recuperación y conservación. En España, se trabaja en el Parque Natural del islote de Sa Dragonera, al oeste de Mallorca, donde se rastrea su ADN y se buscan las cuevas donde las focas crían, con el objetivo de protegerlas.
Las principales amenazas de esta especie son la pesca, la contaminación de las aguas, la reducción de recursos de comida y el cambio climático, que está elevando rápidamente la temperatura del Mediterráneo.
Evi, desde el 15 de febrero de 2022, ya nada en su hábitat natural, en el mar Egeo. Fue liberada en un parque acuático en la isla desierta de Gyaros, en el norte de las Cícladas, un área NATURA 2000, donde viven otras especies protegidas de peces, mamíferos marinos y aves. Allí podrá relacionarse con otras focas monje.
Para comprobar que todo le va bien, Evi lleva un rastreador satélite especializado para mamíferos marinos, que registrará y transmitirá su actividad durante los próximos meses.