Ni las perores inundaciones en 50 años en Australia han podido evitar que Kate Fotheringham y Wayne Bell se hayan casado en una boda que los protagonistas consideran como “milagrosa”.
La misma mañana de su boda, Kate tenía muy complicado llegar a la ceremonia porque por el puente que tenía que cruzar estaba inundado. En un primer momento consideraron la opción de que la novia llegará en lancha al evento por los descartaron por motivos de seguridad. La pareja no quería suspender la boda por lo que pidió ayuda en las redes sociales.
"Necesité tres meses para planificar la boda, doce horas para que se fuera al infierno y seis para volver a organizarla. Había aceptado el hecho de que iba a llover y que llevaría botas de agua, pero no sabía cómo iba a funcionar con estas inundaciones", ha explicado Kate Fotheringham al diario The Guardian.
Al fin, la ayuda llegó. Una televisión local decidió echar una mano a la pareja y puso a su disposición un helicóptero para que Kate pudiera llegar en las mejores condiciones en menos de cinco minutos.
Pero el medio de transporte no fue el único problema que les surgió. La empresa encargada del catering no pudo acudir porque estaba atrapada en otra ciudad. Aunque la suerte volvió a sonreír a esta pareja, ya que otra empresa de catering que estaba atrapada en la ciudad donde iba a celebrarse la boda se encargó de la preparación del banquete de Kate y Wayne.
Los familiares y amigos de la pareja ya se encontraban en la ciudad antes de las inundaciones por lo que no tuvieron problema en llegar al evento y poder ver como Wayne y Kate se convertían en marido y mujer en una boda milagrosa.