La correcta alimentación de las personas mayores es fundamental para un envejecimiento saludable. A medida que pasan los años, el cuerpo cambia, y hay que tener en cuenta que el proceso de envejecimiento afecta, entre otras muchas cosas, a la función digestiva. Por ello, Sanitas Mayores ha puesto en marcha más de 120 acciones de mejora en nutrición durante todo el año en sus residencias y centros para mayores, con actividades como la creación de menús de temporada; talleres semanales de elaboración de recetas en colaboración con los residentes; días gastronómicos potenciando diferentes productos de temporada o sesiones informativas sobre alimentación para residentes y familiares.
Sus equipos de cocina propios elaboran comidas de gran calidad en base a 4 objetivos: comidas sabrosas, elaboradas con cariño por experimentados cocineros; recetas proporcionadas por los residentes; nutrición saludable como parte de dieta mediterránea; y elaboraciones sostenibles primando productos de proximidad y los huertos urbanos de los propios centros. Este proyecto busca mejorar la experiencia de los residentes en todo el proceso de comidas de los centros.
“En Sanitas Mayores trabajamos diariamente para mejorar la calidad de vida de las personas que viven en nuestros centros para que tengan un envejecimiento saludable y activo. Sabemos que la nutrición es un elemento clave en la salud de nuestros mayores y en su estado de ánimo. Por ello hemos lanzado este año un proyecto de mejora de la experiencia de nuestros residentes en las comidas de los centros”, explica David Curto, director Médico, Calidad e Innovación de Sanitas Mayores.
Del mismo modo, en las personas mayores la alimentación cumple una función preventiva importante. Los cambios que se producen en el organismo con la edad exigen aumentar la ingesta de determinados nutrientes para mantener una alimentación equilibrada que cumpla con sus necesidades nutricionales, impuestas por las consecuencias del deterioro asociado al envejecimiento. Es por eso que se recomienda seguir algunas recomendaciones básicas relativas a la nutrición, como pueden ser:
- Llevar una dieta que contenga todos los nutrientes necesarios
- Reducir, en la medida de lo posible, el consumo de grasas saturadas y aumentar las grasas con ácidos esenciales omega-3 y omega-6
- De igual modo, incrementar también la ingesta de grasas vegetales, preferiblemente mediante el consumo de aceite de oliva
- Consumir lácteos desnatados o semi-desnatados y aumentar el consumo de calcio y vitamina D, esencial para poder absorber correctamente el calcio.
- Aumentar el consumo de frutas, legumbres, verduras y cereales, fuentes de nutrientes importantes y fibra
- Eliminar el consumo de sal y azúcar
- Beber muchísima agua
“Además, existen otras recomendaciones relacionadas con la nutrición de las personas mayores, como comer despacio y masticar bien los alimentos; si se tienen problemas de masticación y/o deglución, recurrir a la elaboración de purés, zumos y alimentos blandos en general; hacer bien la compra, evitando alimentos envasados y precocinados, y cocinar los alimentos utilizando poca grasa y sin cocer las verduras excesivamente para que conserven la mayor parte de los nutrientes”, afirma Curto.