El ácido salicílico en la piel es usado para eliminar y prevenir la aparición de acné, manchas de la piel y es usado tras tratar enfermedades como la psoriasis.
El ácido salicílico es un beta-hidroxiácido, lo que hace que ayude a penetrar mejor en la piel y sea soluble en aceite.
Una vez ha llegado a nuestra piel actúa como un exfoliante disolvente trabajando desde dentro de la piel hacia fuera (como suelen hacer los peeling faciales como el ácido láctico).
Antes de usarlos debes saber
- Sirve para exfoliar en profundidad: es considerado un medicamento queratólitico y ablandan y desprenden la capa superior de la piel, exfoliándola por completo. Ayuda a eliminar las células y a disolver los molestos granitos.
- Produce una renovación celular: provoca una estimulación mediante la exfoliación de la piel y el desbloqueo de los poros. Es además lipófilo, es decir, que puede penetrar en la grasa y obstrucción de los poros limpiando a fondo. Reduce la secreción de sebo, que es otra forma de ayudar a reducir el acné.
- Ayuda para evitar y tratar el acné: promueve la actividad antibacteriana disolviendo el exceso de sebo acumulado.
- Reseca la piel: dependiendo de la concentración y el número de aplicaciones puede producir sequedad, descamación y enrojecimiento y puede producir cierta irritación de la piel. Por ello siempre hay que hacer una pequeña prueba en una zona vigilada y tener cuidado si tenemos la piel sensible.
Introdúcelo en tu rutina diaria en concentraciones bajas, siempre con cuidado. Hidrata después la piel, porque tras un peeling la piel esta desprotegida, ayúdala a sentirse segura mediante hidratación. Y por supuesto siempre hay que tener cuidado con la exposición solar.