Tomar el sol no solo tiene consecuencias estéticas, como pueden ser las manchas, arrugas, flacidez, sensibilidad, deshidratación e irritaciones. la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV), lanza un dato que asusta: en 2020 se detectaron más de 78.000 casos de cáncer cutáneo, incluyendo el melanoma. Lo que significa que en 30 años se han duplicado los casos de esta patología, y aún va en aumento.
Pero existe una fácil solución: utilizar los fotoprotectores pensando en nuestra salud y en una piel bonita, no en el ansia de conseguir el "moreno perfecto" como sea siguiendo “modas, consejos y trucos” absurdos y peligrososlanzados en redes sociales.
La esteticista Marta García y su equipo de expertos de Marta García Clinic informan a Vogue acerca de los errores más graves que podemos cometer bajo el sol.
1. Contouring Solar
La moda que se ha lanzado a traves de Instagram consiste en esculpir el rostro con quemaduras solares, una auténtica salvajada. Mientras que el countouring en el maquillaje - con un pincel se ilumnan las zonas del rostro a destacar y se oscurecen las que se quieren disimular- se va con una sola limpieza, no proteger ciertas áreas faciales con la intención de conseguir distintos tonos de piel es irreversible.
“Los daños que sufre el ADN de la piel siguiendo este enrevesado método de bronceado no solo son temporales (rojeces, descamación, sequedad…), tienen carácter irreversible . La quemadura visible desaparece con el tiempo, sin embargo las lesiones celulares aceleran el fotoenvejecimiento, manifestándose años después como arrugas, manchas y flacidez prematuras en el mejor de los casos o en un cáncer de piel en los más graves”, explica Marta García.
Si has probado esta locura, la experta dice que: “para curar la quemadura lo antes posible y prevenir daños postreros, lo ideal es aplicar activos reparadores, antioxidantes y antiinflamatorios después de aplacar el calor de la zona. El uso tópico de estas sustancias, un mínimo de 3 veces al día, ayuda a estimular el mecanismo de defensa cutáneo, repara y protege las proteínas y lípidos de las células de la piel y tienen un efecto antiinflamatorio”.
2. Escatimar con la cantidad de SPF.
Puede que hayas oído a Gwyneth Paltrow decir: "un poquito de protector solar mezclado con la crema de tratamiento es suficiente”. Pero no, no hay excusa para no aplicar la cantidad de crema que corresponde.
“Seguimos teniendo la falsa creencia de que es importante poner mucha cantidad de los cosméticos de tratamiento (sérums y cremas) y hay que huir de los rostros blancos que dejan algunos fotoprotectores de alta graduación. No es necesario pasarse con la dosis de los activos tratantes, sin embargo, con los protectores solares la cantidad necesaria es de unos 2 ml por cada 2 cm de piel”, afirma la esteticista Marta García.
Para lograr el cálculo preciso, se recomienda llenar una cuchara de café con el protectos solar y echárselo antes de salir de casa, habrá que volver a aplicarlo en el rostro cada dos horas. Con el cuerpo se hace igual, la esteticista nos asegura: "Lo mismo, pero al desnudo, es decir, hasta debajo del traje de baño porque muchas prendas no protegen de los rayos UV, sobre todo si las jornadas solares son largas y los chapuzones continuos”. Por último, es importante quitarse los restos de protector con una buena higiene facial nocturna.
3. Usar el fotoprotector solar del año pasado
Reutilizar el protector que abrimos el año pasado para este verano puede jugarte una mala pasada. Al igual no te pasa nada o tienes que pasar por alergias, fototoxias, además de quemaduras! “No existe ningún protector solar que tenga un PAO (ese botecito abierto que figura en todos los envases) que supere los 12 meses de vida útil sin riesgos", cuenta la experta, y añade: "Es un ahorro absurdo porque puede derivar en una quemadura importante con su daño solar irreparable”
4. No saber qué activos manchan la piel
“El alcohol, el almizcle, la bergamota, algunos aceites esenciales, ácidos exfoliantes (AHA´S, mandélico, salicílico, glicólico, etc.) y sobre todo los activos despigmentantes (arbutina, etc.) son activos que manchan la piel si no se usan correctamente o si se utilizan y te expones al sol. Y esto puede ocurrir incluso con protección”, explica la esteticista. Para prevenirlo, el remedio es tan sencillo como no aplicarse perfume cuando vayamos a exponernos al sol.
5. Manipular las espinillas de verano
Las espinillas nunca deben tocarse, pero especialmente en verano, y es que “Conocidas como manchas HPI (hiperpigmentación causada por inflamación), se producen después de una lesión o inflamación cutánea, cuando la piel se hiperpigmenta una vez cicatriza la herida. Explotar al tun-tun es una vía rápida pero peligrosa”, confirma la experta.
Para rvitar los granos inoportunos es clave mantener el pH cutáneo equilibrado y la hidratación por todo lo alto. Además, siempre viene bien hacer una limpieza exhaustiva una vez por semana, una buena opción para darle a tu piel ese extra de agua es una mascarilla de velo.