Dos estudios liderados por el Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (Idibell), el Instituto Catalán de Oncología (Ico) y el Hospital de Bellvitge han evidenciado que muestras no invasivas como la orina, una citología o una automuestra vaginal, a través de pequeños dispositivos similares a un tampón, serían "útiles" para detectar el cáncer de endometrio.
Esto supondría una herramienta "confiable y fácil de utilizar" que permitiría conocer el pronóstico de cada mujer y ajustar el tratamiento a sus necesidades, ha informado este miércoles el Idibell en un comunicado.
El cáncer de endometrio es uno de los más frecuentes entre las mujeres y afecta a más de 400.000 mujeres al año en todo el mundo, y los estudios se han publicado en las revistas científicas 'Clinical Cancer Research' y 'eBioMedicine'.
Actualmente, los métodos de diagnóstico son invasivos y dolorosos, mayoritariamente a través de biopsias del endometrio, y con las muestras de orina o automuestras vaginales las mismas pacientes podrían tomarse la muestra sin ningún daño.
Los investigadores han asegurado que los métodos no invasivos podrían reducir la presión asistencial, la necesidad de derivación a un especialista y contribuir a un diagnóstico más rápido que mejore la supervivencia de los pacientes.
Se ha analizado el ADN de las muestras de casi 160 mujeres con cáncer de endometrio y se ha comparado con el cáncer original, y se han secuenciado los 47 genes más comunmente mutados en cáncer de endometrio.
En el 100% de las orinas y el 73% de las automuestras vaginales analizadas se han podido detectar mutaciones similares a las del tumor original, lo que las posiciona como pruebas invasivas "muy prometedoras" para el diagnóstico y clasificación del cáncer de endometrio.