La menopausia en una etapa en la vida de la mujer que cuenta con muchos estigmas, tabúes y falsos mitos, “que hay que desterrar, ya que se trata de una fase de plenitud, que hay que vivir sin complejos ni prejuicios”, según ha destacado el doctor Cristóbal Povedano, especialista del servicio de Ginecología y Obstetricia delHospital Quirónsalud Córdoba.
El doctor Povedano ha explicado que la menopausia no debe interpretarse como la entrada en el declive de la vida, de hecho, en la actualidad, la mayoría de las mujeres llega a la menopausia en la cúspide de su vida laboral, social, familiar y de pareja. Para ello, es fundamental que el ginecólogo realice una evaluación pormenorizada de la mujer, para establecer el tratamiento personalizado más adecuado, en caso de ser necesario. Hoy en día “ninguna mujer tiene que sentirse mal, tenemos las herramientas indicadas para reducir los síntomas”
El especialista se ha referido a la diferencia entre menopausia y perimenopausia, se considera menopausia cuando la mujer lleva más de un año sin menstruación, normalmente se produce alrededor de los 50 años, pero en la mayoría de los casos esto no ocurre de forma súbita, sino que previamente comienzan algunos cambios en la función ovárica, la fase de perimenopausia o transición a la menopausia, que se traducirán en alteraciones en el período menstrual y en la aparición de sintomatología.
Entre los principales síntomas de la menopausia, que no se producen en todas las mujeres, ni en la misma intensidad, se encuentran los sofocos, la sequedad vaginal, el dolor en las relaciones sexuales, alteraciones cognitivas, cambios en la forma del cuerpo, así como en la piel y en el pelo, irritabilidad y dificultad para conciliar y mantener el sueño, entre otros. Además, puede producirse osteoporosis (aumento de la pérdida de masa ósea), ya que, al desaparecer los estrógenos (hormona sexual femenina), se favorece la pérdida de dicha masa ósea, y se incrementa el riesgo de eventos cardiovasculares. Por ello, es precisa una evaluación del ginecólogo, que estudiará cada caso para mejorar los síntomas, en caso de que aparezcan, ha destacado el doctor Povedano.
Vida sexual y menopausia
En este sentido, ha señalado que la vida sexual se puede ver afectada por la sequedad vaginal, el dolor en las relaciones y la disminución de la libido, aspectos que en muchos casos “pueden ir acompañados de un cierto sentido de culpabilidad y temor a la incomprensión de la pareja”. Esto puede producir una diminución en la calidad de vida “que es preciso estudiar cuando se producen los primeros síntomas”. Esta sintomatología se puede resolver usando geles que favorezcan la lubricación, “o con tratamiento hormonal tópico, en los casos en los que el especialista lo considere necesario”.
El doctor Povedano, que ha recordado que la mujer está en menopausia más de un tercio de su vida, ha indicado que la sintomatología varía mucho de una mujer a otra, tanto en tipo de síntomas como en intensidad y duración. Por ejemplo, los sofocos son más intensos al principio del climaterio, pero otros síntomas como la sequedad vaginal tienden a aparecer con el tiempo.
Así, pues, el manejo de la menopausia tiene que ser individualizado, en función de los síntomas de cada mujer, sus hábitos de vida, patologías previas, e historia clínica, entre otros aspectos. No es lo mismo que una mujer tenga sequedad vaginal, pudiendo recurrir a un tratamiento local, que otra con sofocos intensos y aumento de riesgo de fracturas, en la que estaría más indicada la terapia hormonal sustitutiva.
El doctor ha insistido en que la menopausia es una etapa natural que hoy en día se produce en mujeres plenamente activas. Es cierto que produce, en algunos casos, síntomas importantes, pero “el ginecólogo, tras el estudio pertinente, propondrá el tratamiento individualizado más adecuado para mejorar la sintomatología y prevenir el desarrollo de otras patologías”.