miércoles. 27.11.2024

A menudo solemos hacer alusión a que las nuevas tecnologías nos pueden cambiar la vida, y eso es literalmente lo que está haciendo la organización 34 Vidas para aquellos que esperan un transplante de riñón.

Esta nueva tecnología "revive" riñones que de otro modo podrían ser rechazados por los cirujanos de transplantes. El deseo del equipo por salvar vidas ha resultado en diez rescates exitosos de riñones, y esto es solo el principio.

Más de 120.000 personas en Estados Unidos están esperando un transplante de órgano que les salve la vida, y en la mayoría de estos casos, esos órganos son riñones. Cuando un paciente se suma a la lista de espera para un transplante pueden pasar años hasta encontrar un donante compatible. Durante el tiempo de espera, los pacientes a menudo se someten a un programa de diálisis y pueden acabar enfermando demasiado para recibir el transplante o en el peor de los casos, morir durante la espera. De media se pierden 30 vidas al día de pacientes en lista de espera en Estados Unidos.

El 30% de los riñones recuperados para transplantes se descarta antes de llegar a un receptor. Estas pérdidas no solo son devastadoras para quienes se encuentran en lista de espera, sino también para las familias que esperaban que su ser querido pudiese salvar una vida. 

"La misión de 34 vidas se centra en garantizar que todos los órganos donados puedan salvar una vida" dijo St. Jean.

La parte más crítica es el tiempo; cada minuto que pasa los riñones se vuelven menos viables y los cirujanos se muestran reacios a poner en riesgo la vida del paciente.

Cuando los riñones se transportan a los hospitales en aerolíneas comerciales, surgen problemas muy a menudo; los vuelos pueden retrasarse o se pueden pasar por alto los refrigeradores en las áreas de carga. El transporte a hospitales puede agotar rápidamente el tiempo: 24 horas con el órgano fuera del cuerpo como máximo.

Para 34 vidas, el tiempo adicional que llevaría transportar un riñón desde los aeropuertos de Chicago o Indianápolis podría marcar la diferencia entre que el riñón sea recuperable o no. De hecho, St. Jean ha confirmado que si el equipo no hubiese tenido acceso al aeropuerto regional de Purdue, su quinto transplante de riñón que se dio con éxito no se hubiese podido llevar a cabo.

Con cada riñón revivido y cada vida salvada, 34 vidas nos acerca a un futuro en el que ningún paciente muera esperando un transplante. 

Una nueva tecnología revive órganos "inutilizables"