El Hospital público 12 de Octubre lidera un estudio que mejora la supervivencia frente al cáncer de pulmón de células pequeñas con un nuevo tratamiento que muestra la eficacia de la primera molécula activadora de las células inmunitarias, células T, frente a este tipo de tumor.
El cáncer de pulmón de células pequeñas es una neoplasia maligna agresiva, que supone el 15% de los tumores de pulmón y que tiene unas opciones de tratamiento limitadas y una tasa de supervivencia a los 3 años del 6% para pacientes con este tipo de tumor en estadio diseminado.
En concreto, este estudio ha demostrado en 220 pacientes la eficacia de un tratamiento farmacológico de la biotecnológica Amgen, llamado tarlatamab, y afronta la fase III de ensayo. Según las conclusiones del mismo, cuyos resultados se han publicado en la revista 'The New England Journal of Medicine', tiene el potencial de cambiar el manejo clínico del cáncer recurrente/refractario y mejorar la supervivencia en un año de los pacientes con esta enfermedad.
Este tratamiento se administra por vía intravenosa una vez cada una o dos semanas y pertenece a una clase de fármacos denominados activadores de células T bi-específicos. Recibe su nombre porque consta de dos extremos específicos: un extremo se une a una proteína específica (antígeno, en este caso una molécula llamada DLL3) que se encuentra en las células tumorales, mientras que el otro extremo también se une, a través del receptor CD3, a una de las células inmunitarias del paciente (célula T).
Según el doctor Luis Paz-Ares, investigador coordinador del ensayo, jefe de Servicio de Oncología del Hospital 12 de Octubre y director de la Unidad de Investigación en cáncer de pulmón CNIO-H12O, el tarlatamab conecta como un puente o "una celestina" la célula tumoral con las propias células T del paciente, que usan una variedad de mecanismos para atacar y destruir la célula cancerosa.
La diana de la molécula tumoral, conocida como DLL3, se puede encontrar en niveles elevados en los tumores de pulmón de células pequeñas, pero rara vez está presente en el tejido normal. De esta forma, la acción de tarlatamab tiene efectos adversos limitados en el resto del organismo. Ofrece así a los pacientes "una nueva oportunidad terapéutica efectiva con un perfil de seguridad bastante favorable".
En este estudio concreto, se evaluaron dos dosis, 10 mg y 100 mg, siendo la primera la que mostró mejor cociente terapéutico y la que se utilizará en el desarrollo clínico de esta nueva inmunoterapia.
NACIMIENTO DE UNA TERAPIA
El doctor Paz-Ares ha destacado que ha habido muy pocos cambios en el tratamiento de este tumor en las últimas décadas, por lo que "disponer de este fármaco es una noticia importante para los pacientes y para los médicos que tratamos esta enfermedad". Es el nacimiento de una nueva terapia", ha incidido.
Una vez se cuenta con la dosis y el esquema terapéutico idóneo para el desarrollo de esta investigación, desde el centro hospitalario han apuntado que podría solicitarse la aprobación por las agencias FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos) y EMA (Agencia Europea del Medicamento). No obstante, matizan que los resultados definitivos de que esta medicación es mejor que la actual vendrá por el ensayo en fase III, que ya está en marcha.
"Posteriormente, una vez demostrada que la estrategia terapéutica es eficaz en etapas más tardías de la enfermedad, iremos a momentos más tempranos de la enfermedad", ha resaltado el doctor Paz-Ares, quien también está seguro de que esta investigación redundará en el desarrollo de medicaciones de este tipo en otros tumores sólidos, cáncer de pulmón y otros.