En el momento en el que Esther Juste le comentó a Paloma que deseaba tratar con perros a niños con daño cerebral recordó cómo su hijo Mahesh solo reconocía a su perra Ampa. Mahesh se despistó haciendo una ruta por la montaña cuando tenía ocho años y cuando lo hallaron, resultó que se había caído por un precipicio. Estuvo en coma y sufrió un daño cerebral que causó, entre otras cosas, que no recordase a nadie. Excepto a Apa, su perra. Paloma, su madre, le entregó fotos de todos sus conocidos para ayudarle a rememorar sus caras, "y la única a la que abrazaba era a la de la perra". El animal era como una terapeuta más.
El proyecto Yes, we CAN del hospital Niño Jesús de Madrid aparece de esta forma impulsado por la terapeuta especializada en daño cerebral y le pareció "maravilloso, porque lo he vivido y sé cómo influye un perro en una terapia. La perra era para él su principal motivación". El centro infantil es el único público en toda España que posee una unidad concreta para niños con daño cerebral sobrevenido.
De esta manera, esta terapia es pionera en centros financiados por la seguridad social. 23 niños han comenzado a recibirla el 18 de abril y tienen la posibilidad de hacerlo hasta el verano, cuando se les acaba la financiación. Paloma, que es fundadora y líder de la fundación Sin Daño, de apoyo a familias con hijos con daño cerebral sobrevenido infantil, está muy entusiasmada con la iniciativa. Y eso que Mahesh no será uno de los niños que realicen terapia canina, porque ya tiene 18 años. Físicamente tiene un cuerpo paralizado y cognitivamente es como un niño de 8 años, pero su desarrollo tras un accidente tan duro ha sido "un éxito", según su madre. Hace poco ha logrado viajar solo en metro y sus padres esperan que pueda llevar una vida independiente.
La ayuda de los perros
La mascota es un elemento estimulador, resume Paloma. Y lo argumenta largo y tendido Esther Juste. Habla de Bruno, de Curro, de Enzo, de Victoria. De cómo se les cambia el rostro con los animales, cómo están muchos más simpáticos a sus instrucciones y cómo se mueven más de lo habitual.
"Yo hice formación de terapia canina hace años, y he sido la logopeda de la unidad de daño cerebral adquirido y tenía claro que iba a aportar mucho tanto al profesional como a los niños. Nos ayuda a lograr cosas que nosotros mismo no podemos conseguir y que gracias a los animales, lo hacemos. Lo que no quería era hacer estas terapias fuera de la sanidad pública, con pago de las familias.... Este tratamiento se lo merecen todos los niños", explica Juste.
Los profesionales de la Asociación Perros Azules, que trata de llevar a cabo terapias con canes, acude al hospital Niño Jesús, en alguna de las sesiones que reciben los niños. "Los pequeños se tiran aquí mucho tiempo, y no deja de ser un ambiente clínico y aunque hacemos todo muy lúdico, esta herramienta le da un plus a la motivación de los niños", dice la logopeda. Y pone un ejemplo: "Ponerse en pie, andar, que cierren la mano... con el perro lo hacen más rápido porque tienen una mayor motivación que sale del propio niño, no se lo decimos nosotros que lo haga".
La iniciativa Yes, we CAN, va a calificar empíricamente y con datos el progreso en los niños con ayuda de la intervención canina. Se ha presentado este lunes en el hospital Niño Jesús de Madrid, que es el único centro con una unidad pública de daño cerebral sobrevenido infantil de España. 23 niños son tratados en esta unidad y disfrutan de la terapia con perros. Como Ampa con Mahesh, los niños Bruno, Victoria, Enzo o Curro están encontrando en Summer, Sirah, Choco, Azul y Sasha sus mejores compañeros para ir ganándole terreno a sus cerebros.
El daño cerebral sobrevenido infantil
De acuerdo a lo que argumentan en la web de la Fundación Sin Daño, "el daño cerebral sobrevenido infantil es el daño producido en el cerebro con posterioridad al nacimiento que provoca un menoscabo de la salud y calidad de vida de quien lo padece. Considerando que el cerebro es el órgano de control de todas las funciones vitales, las lesiones que se produzcan en él pueden afectar a cualquier función del organismo en forma de secuelas físicas, psíquicas o sensoriales".
"El daño cerebral sobrevenido infantil (DCSI) forma parte de las discapacidades emergentes. En la actualidad los avances médicos logran salvar vidas que hasta hace poco tiempo no sobrevivían y además las causas relacionadas con esta discapacidad, como los accidentes , están muy arraigadas en nuestra sociedad. Por lo tanto, el DCSI supone un problema para la salud pública tanto en el presente como en el futuro debido a la complejidad de sus secuelas y a las múltiples repercusiones en el plano familiar, sanitario, social y económico", defienden desde la Fundación Sin Daño.
El daño cerebral adquirido perjudica a 191 niños de cada 100.000. Son cifras de la Federación Española de Daño Cerebral (FEDACE), que suma 420.064 personas con daño cerebral en España. El 78% de los casos tienen su origen en un ictus y el 22% restante en traumatismos craneoencefálicos y otras causas. Cada año se producen 104.071 casos nuevos.