Hermann Schreiber, también conocido como el “alemán de la armónica”, que enamoró con su música en la pandemia, ha muerto a sus 81 años por Alzheimer. El alemán, afincado en Vigo, no faltaba a su cita cada día a las 20:00 cuando la gente aplaudía a los sanitarios en el mes de marzo del año pasado.
Su música transformaba el medio y la incertidumbre en una sonrisa. Hermann creía que sus vecinos eran el público y que esos aplausos iban dirigidos hacia él. Toda esta situación tuvo su origen en su asistente personal, Tamara Sayar, la cual se ocupó durante esos meses de que Hermann disfrutara tocando el instrumento de viento. Sayar pensó que la armónica sería una vía de escape y felicidad para él.
La historia, viral en las redes sociales, ha traspasado a la gran pantalla en modo cortometraje de la mano del estudio catalán de 23 lunes. Creative Animation Studio se ha inspirado en su vida para crear a esta bonita obra audiovisual.