viernes. 22.11.2024

Hace un mes que el tiempo se detuvo para Alejandro y Ainhoa, de 23 y 24 años respectivamente. Hace un mes su hijo permanece hospitalizado en Inglaterra en estado grave y sin un diagnóstico concluyente. Nada expliqua por qué el pequeño Satur (de Saturnino) se acostó una noche sano y amaneció siendo un cuerpo inerte.

"Desde que nació en abril del pasado año, su desarrollo ha sido normal. Un niño simpático y muy espabilado, que crecía feliz hasta esa fatídica mañana del pasado 18 de enero, cuando su padre fue a despertarlo a su cuna y se lo encontró frío, rígido, muy blanco y sin que respondiese a ningún estímulo", recuerda entre lágrimas su abuela María Simonet.

Desde el ingreso del pequeño en el Hospital John Radcliffe de la Universidad de Oxford, ella inició desde Málaga una campaña de recogida de fondos para hacer frente a la dramática situación. "Al segundo día, los médicos y la psicóloga les recomendaron que dejaran los trabajos porque todo el tiempo que le prestaran al niño iba a ser oro. Llevaban un año trabajando en Amazon, pero al no poder garantizar la fecha de reincorporación a su puesto, tuvieron que dejarlo. Al ver lo que se les venía encima, fue cuando emprendí esta iniciativa para que no tuvieran que preocuparse de otra cosa que no fuera su hijo y su otra pequeña de dos años", relata Simonet.

El objetivo, por ahora, ya está cumplido. Han recaudado 10.195 euros, un pequeño colchón económico para esta familia malagueña. En que en noviembre de 2019 la familia hizo las maletas para buscar un futuro mejor, alejado del sector de la hostelería donde habían trabajado hasta entonces. Primero lo hizo Alejandro y, dos meses más tarde, le seguiría Ainhoa, embarazada de Satur.

Apenas un año después de irse a Reino Unido, su vida y sus ilusiones se han visto truncadas. "Tras ingresar en estado grave, los médicos tuvieron que sedarlo, porque tenía convulsiones muy fuertes que los médicos no conseguían controlar. En vista de la gravedad, le tuvieron que inducir el coma para que su cerebro no sufriese. Fueron solo tres días, porque los médicos temieron que al ser tan pequeño no saliese nunca de ese estado y acabase en muerte cerebral. Ahora ya está en planta, pero con graves secuelas. Ha sido todo tan rápido que aún están en estado de shock", relata la abuela.

La preocupación de la familia es qué pasará a partir de ahora. Fuera de España, sin familia y sin dinero para asumir los gastos que se les vienen encima, son muchos problemas. Por ese motivo, la campaña que María Simonet inició en la plataforma gofundme.org con el lema 'Por ti, nuestro pequeño' permanecerá activa pese a haber recaudado el dinero que inicialmente pedía. «Pensamos que era un mal sueño del que despertaríamos pronto», asegura la abuela, ahora destrozada por la situación que vive su hijo y por la impotencia de no poder estar a su lado. «Ni siquiera conozco al pequeño. Con la pandemia y al ser grupo de riesgo no he podido visitarlos aún», lamenta. 

 

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