Matthew Van De Riet se encontraba en la escena del accidente, en un tramo solitario de la carretera y sin dudarlo, intervino para ayudar.
Van De Riet fue alertado cuando notó a un perro angustiado parado en la carretera, era Kipper, un Basset Hound de 10 años y Merlin, un pastor de 2 años, habían sido arrojados del vehículo de sus dueños por el impacto del choque. Tras asegurar a los perros, Matthew fue a socorrer a los pasajeros del vehículo. A pesar de haber volcado el coche, sobrevivieron tanto el conductor como la novia.
Matthew los atendió con su botiquín de primeros auxilios y se acercó a un transeúnte para pedir una intervención de emergencia. El personal médico llegó al poco tiempo, asegurando que debían ir al hospital para recibir atención. Matthew decidió quedarse con los perros hasta que la pareja pudiera recogerlos sin ningún problema. "Pensé que lo mínimo que podía hacer era llevarme esos perros a casa", dijo a CBC News. "Sabía que los cachorros estaban conmocionados, y sé que si alguien tuvo un accidente y su ser querido está herido, lo último de lo que deben preocuparse son sus perros".