El hábito de morderse las uñas parece algo insignificante, pero no somos conscientes del verdadero peligro que puede suponer para la salud esta costumbre. Su nombre técnico es onicofagia y está diagnosticado como un trastorno nervioso. Alrededor del 50% de los niños padece este hábito y aproximadamente un 10 % de los adultos.
Es un acto que muchos hacen de manera inconsciente para combatir la ansiedad, ya que causa sensación de relajación, pero que es muy difícil de corregir.
Esta mala manía, sobre todo en mujeres, suele superarse porque es muy antiestético, aunque ese es el menor problema que te puede dar morderse las uñas.
Problemas que pueden ocasionar este hábito
Podemos comenzar destacando el problema bacteriano que lleva morderse las uñas. Todas las bacterias que están en nuestros dedos y uñas van a parar a nuestra boca, la gran entrada de infecciones y enfermedades. Debido a algunas de esas bacterias, se nos puede originar también un problema de halitosis, es decir, de mal aliento.
Además, pueden ocasionar daño en nuestros dientes. El continuo roce de nuestro dedo y uñas sobre los incisivos va desgastando poco a poco los dientes, llegando incluso a poder partir un cacho de ellos si tenemos esta mala costumbre durante años. Y no solo en los dientes, también en la mandíbula, ya que se hacen movimientos forzados que, con el tiempo, pueden originar molestias al masticar.
Por último, al modernos las uñas se crean microrroturas que hacen que luego crezcan de manera irregular y que nuestros dedos queden muy antiestéticos. Incluso si el problema va agravándose, se puede sentir un dolor bastante desagradable en los dedos, especialmente al coger cosas, que harán que dejemos de hacer muchas actividades.
Trucos o remedios para evitarlo
Como vivimos en la era de las tecnologías hay una aplicación para el móvil llamada Raylex que te acompaña en el proceso de dejar de morderte las uñas.
Además, hay esmaltes que se aplican sobre las uñas para que al llevarnos la uña a la boca nos de tan mal sabor que se nos quiten las ganas de morderla. Suelen tener un sabor amargo, son transparentes y además cuidan tu uña. Ejemplo de ello es el producto de Mordex, que lo hay tanto para adultos como para niños.
Comer chicle cuando estemos muy nerviosos o estresados también puede ayudarnos a evitar mordernos las uñas. Otro truquillo puede ser pintarnos las uñas para que nos de reparo estropear una manicura tan bonita.
Sin embargo, lo más importante es intentar reducir el nivel de estrés al máximo y en momentos de nuestra vida en los que tengamos una presión o un alto nerviosismo, evitar bebidas estimulantes como el café, el té, la cafeína y las bebidas alcohólicas.