A Hansel Enmanuel Domínguez, un joven de 17 años, se le cayó un muro encima de pequeño y perdió el brazo. Pero él no ha perdido la ilusión por el deporte que ama y aunque el baloncesto parece un deporte imposible de jugar sin un brazo, no para él.
Hansel, que mide 1`93, cuando sufrió el accidente por el que perdió el brazo izquierdo seguramente pensó que no podría volver a jugar al baloncesto, pero el joven no se rindió y trabajó duro para volver cumplir su sueño tras el accidente.
Ahora no hay ningún movimiento en la cancha que esté fuera del alcance de Hansel. Ha adquirido una gran capacidad de salto, además realiza bandejas y mates espectaculares.
Hansel Enmanuel ha heredado el talento de su padre, un jugador de baloncesto dominicano llamado Hansel Salvador, conocido como Kikima. Ahora su padre está orgulloso de él y de la estrella en la que se esta convirtiendo en su país.
“Al principio no quería que jugara por temor a que sufriera algún golpe. Las faltas de un muchacho de 25 años no son las mismas que las de uno de 16. Pero hay que dejarlo fluir, que consiga sus logros porque se ha dedicado a trabajar”, explicaba su padre hace unos años.
Los ídolos del joven, además de su padre, son Kames y Kevin Durant.
