Jon Rahm se quedó sin medalla en la última jornada de golf, pese a haber liderado la clasificación durante los 10 primeros hoyos. Los ocho últimos le hicieron hundirse en la clasificación hasta la quinta posición. El oro fue para Scottie Scheffler, tras una remontada, precisamente, en los mismos hoyos donde se hundió el de Barrika. La irrupción de Tommy Fleetwood le valió para ser plata y el japonés Matsuyama aprovechó los últimos bogey' del español para quedarse con el bronce.
Rahm había puesto la directa por el oro olímpico en golf con cinco 'birdies' en los primeros nueve hoyos de la jornada. El 6º fue clave en el desempate con el que llegaban Schauffele y el español a la final. El de Barrika logró un 'birdie', con un golpe mejor que el par (4) y el americano dejó aumentar la ventaja de Rahm con un 'bogey' en el hoyo 8. Ahí se acabaron las buenas noticias para el español.
La caída de Rahm
Los primeros errores de Rahm llegaron en los hoyos 11 y 12, con dos 'bogey' consecutivos que le obligaron a sudar la medalla. El golpe más duro, en el 13, con un 'doble bogey' que le sacaba de la lucha por las medallas, después de liderar toda la jornada.
Se le hizo largo al 'León de Barrika' con la irrupción de Fleetwood, que aprovechó para colocarse colíder y seguir la estela de Scheffler, que reapareció en los hoyos 14, 15 y 16 con tres 'birdies' consecutivos para colocarse líder. El estadounidense estaba intratable: el 'birdie' del hoyo 17 le hizo romper el protocolo con un grito que sonaba a oro (-19). Más aún con el bogey de Fleetwod en el hoyo 17. Se le notó nervioso al británico en el 18 y definitivo, donde sólo pudo hacer par (-18).
Rahm remaba a contracorriente. Un 'birdie' en el hoyo 16 le hizo volver a colocarse junto a al japonés Matsuyama para las posciones de medalla, pero un inoportuno 'bogey' en el hoyo 17 le hizo descender a la cuarta posición. En el 18 quiso creer con el milagro con un 'putt' que se marchó fuera (-15) y cerró su participación en los Juegos Olímpicos de París 2024 con otro 'bogey' cuando ya nada importaba.