sábado. 23.11.2024

El Real Madrid fue al estadio Diego Armando Maradona para enfrentarse al rival más duro de su grupo de la UEFA Champions League, el Napoli, actual campeón de la Serie A. Los de Ancelotti llegaban con una gran victoria bajo el brazo ante el Girona, y querían acallar las dudas sobre su juego en Europa, algo que costaría ante un rival tan difícil.

Rodrygo gozó de la primera gran ocasión muy pronto, pero pesó más su mal momento frente a la portería rival y desaprovechó un buen pase de Bellingham que le dejó solo ante Meret. Eso afianzó a los visitantes, que metieron un par de sustos con una volea del centrocampista inglés y un cabezazo de Tchouaméni tras un saque de esquina.

Al Nápoles, pese a un inicio prometedor, se asustó un tanto ante este arreón madridista, pero se encontró con la ventaja en el marcador. Un error en la salida de Kepa Arrizabalaga en un corner lo cabeceó Natan al larguero y el rechace lo envió a la red el otro central, Ostigard. Un nuevo gol de cabeza que encajaba el 14 veces campeón de Europa, obligado a reaccionar.

Y se metió de nuevo en el partido gracias a que su rival le devolvió el 'favor'. Di Lorenzo cometió un error en la salida de balón, entregándosela además a un Bellingham que se lo entregó rápidamente a Vinícius para que este superarse con finura a Meret y lograse el empate y permitiese a su equipo retomar el control del choque.

Minutos después la ventaja era del Real Madrid gracias a su mejor goleador esta temporada, un Bellingham que mostró todas sus cualidades con una arrancada pasada la línea de mediocampo llena de potencia y desborde para batir con calma al portero local y anotar su octavo gol con su nueva camiseta, un tercio de los que anotó en sus tres temporadas con el Borussia Dortmund. El Nápoles sufrió entonces con las acometidas de Vinícius, pero también pudo empatar antes del descanso con un gran cabezazo de Osimhen, bien repelido por Kepa.

Un riguroso penalti que cambió el ambiente

Tras el paso por vestuarios, el escenario cambió rápidamente por un penalti señalado por manos de Nacho en un corte ante Osimhen tras la consulta en el monitor por parte de Clement Turpin. Zielinski no erró desde los once metros y los locales, y su enfervorizada grada, se crecieron. El equipo de Ancelotti perdió el control, con Kvaratskhelia apareciendo y llevando peligro con un disparo, misma fórmula que probó Zielinski para probar la concentración de Kepa.

El líder de LaLiga EA Sports, con Rodrygo desaparecido y Vinícius mejor vigilado, no lograba aprovechar los espacios que dejaba su rival y Ancelotti intentó aplacar la crecida del campeón de la Serie A con la vuelta de Modric, por Kroos, y la entrada de Mendy por Camavinga en el lateral izquierdo, pero los avisos eran todos locales en estos momentos, con su extremo georgiano como punta de lanza.

El Real Madrid necesitaba recuperar la pelota para tratar de enfriar el partido con posesiones largas. Así volvió a tener una buena ocasión con Bellingham cabeceando fuera en buena posición un rechace de Meret a disparo de Vinícius y logró, con cierta fortuna, acallar al Maradona. Valverde recogió un balón en la frontal tras un saque de esquina y su furibundo disparo, tras estrellarse en el larguero dio en la espalda de Meret para introducirse en la portería.

Ancelotti, que poco antes había metido a Joselu para reforzar el ataque, introdujo a Ceballos por Vinícius para controlar el arreón final del conjunto de Rudi Garcia. El Real Madrid acabó metido atrás, pero supo defenderse con firmeza, salvo en un remate final de Ostigar, para llevarse tres puntos claves en su pelea por el primer puesto.

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