sábado. 23.11.2024

El Villarreal ha conseguido su primer título europeo de su historia, tras ganar en la tanda de penaltis al Manchester United por 1-1 (11-10). El ‘submarino amarillo’ se quita de esta forma la espina clavada de aquel fatídico penalti fallado por Riquelme en las semifinales de la Champions de 2006, que dejó fuera a los españoles de una histórica final.

El Villarreal tenía ante sí la oportunidad de ganar su primer título europeo de la historia. Pero no lo iba a tener fácil, enfrente tenía al favorito, a los red devils de Solskjaer, quienes venían de eliminar al Milán y al Granada, y habían endosado hasta 6 goles a la Roma en la ida de las semifinales.

Unai Emery, todo un experto en finales de UEL

Pero los españoles contaban con una baza importante. Y es que su entrenador, Unai Emery, desde el año 2013, había disputado 22 eliminatorias y 4 finales de Europa League, venciendo en todos los cruces y tan sólo perdiendo una final de las cuatro disputadas.

Tricampeón con el Sevilla y subcampeón con el Arsenal, el técnico vasco era el amuleto al que todo el conjunto amarillo se apaliaba para conseguir levantar el tan ansiado título europeo.

Emery

Un partido muy igualado

En cuanto al partido, los dos equipos salieron muy seguros de sí mismos dispuestos a no cometer ningún error que le valiera el campeonato. Emery metió a Foyth en el lateral derecho y colocó a Yeremy Pino en la banda derecha ante la ausencia de Chukwueze; en punta, Bacca para acompañar a Gerard Moreno y jugar con dos delanteros.

Con esta alineación, el Villarreal dio un paso al frente y empezó a tener, aparentemente, el control del encuentro. Cuando se cumplía la primera media hora de juego, en el primer disparo claro del partido -antes había habido alguna ocasión pero sin mayor peligro- apareció el de siempre para adelantar a los españoles.

Una falta puesta “como los ángeles” de Parejo encuentra a Gerard Moreno para que el delantero español mandara el balón al fondo de la portería, tras un remate sin dejarla caer.  Golazo del catalán que adelantaba al submarino amarillo en el marcador.

A partir de ahí, el partido pasó a manos del United, que tenía que ponerse las pilas si quería remontar el partido. Sin embargo, el marcador no se movió y con ello se llegó al descanso.

Tras el paso por el túnel de vestuarios, la segunda parte arrancó igual. A pesar de que Bacca tuvo una gran ocasión, que no llegó a rematar, los ingleses despertaron. Cuando apenas transcurría el minuto diez de la segunda mitad, llegó el gol para los red devils.

Edison Cavani aparecía para poner las tablas en el marcador y devolver el partido al empate inicial. El delantero uruguayo aprovechaba un balón rebotado tras un disparo de Rashford para definir solo ante la portería, con el portero ya batido por los suelos.

Este gol fue sumamente moral para ambos equipos. Con media hora para el final, el United se vino arriba y empezó a asediar al Villarreal, que se replegó bien atrás achicando aguas.

A pesar de que los amarillos estaban exhaustos, el marcador no se volvió a mover y el partido se fue a la prórroga.

Una prórroga que pasó factura

Con el inicio de la prórroga ya se empezó a ver cómo el cansancio hacía mella en los jugadores. Los entrenadores metieron piernas de refresco para intentar buscar alguna ocasión que decantara la eliminatoria, pero el 1-1 siguió en luminoso.

Ya en los minutos finales de la prórroga, de nuevo ambos técnicos metieron cambios “inteligentes” pensando ya en los posibles tiradores en la tanda de penaltis. Con los nervios a flor de piel, llegó lo que ninguno de los dos equipos, ni sus aficiones, querrían al comienzo del encuentro. Llegaba la tanda de penaltis.

Una tanda de penaltis histórica y un final apoteósico

Terminados los 120 minutos de partido, tocaba planear quiénes iban a ser los elegidos para tirar los penaltis y en qué orden se iban a ejecutar. Curioso ello porque la estrategia de ambos entrenadores no iba a servir de nada, ya que se iban a lanzar hasta 22 penaltis, siendo los once jugadores de juego los encargados de hacer lo propio desde los once metros.

Los porteros, clave en estas situaciones por salvar alguno de los penaltis, iban a ser decisivos, pero no precisamente por parar alguno.

Sin fallo alguno, los penaltis iban transcurriendo y ninguno de los dos equipos erraba. 4-4, 6-6, 7-7, 9-9… Los nervios cada vez eran más palpables entre los jugadores que esperaban en el centro del campo, apiñados, que mostraban los sentimientos de una afición al borde de un verdadero ataque.

Finalmente, llegó el turno de los porteros. Con 10-10 en el marcador de la tanda, Rulli fue el primero; el portero argentino mandó el balón a la escuadra y dejaba todo en manos de De Gea… o en este caso en sus pies. El portero español disparó a la derecha de la portería, pero Rulli adivinó su lanzamiento.

Rulli parando el penalti de la victoria.

Tras una tanda de penaltis con más de 20 disparos desde los once metros ejecutados, el Villarreal era campeón de la Europa League.

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El submarino amarillo conseguía completar así una temporada espectacular, conquistando esta competición europea -invicto con 12 victorias y 3 empates- que le permitirá jugar el año que viene la Champions, que contará hasta con 5 equipos españoles.

Con esta victoria del Villarreal, de las últimas 17 finales europeas jugadas los equipos españoles han ganado las 17.

El Villarreal consigue su primera Europa League en una tanda de penaltis apoteósica